En Coyoacán City Energy opera sin permisos, intimida vecinos y bloquea avenidas en complicidad con alcalde panista. Tiene 20 máquinas de recarga eléctrica instaladas donde la ley solo permite estacionamientos. City Energy bloqueó Tlalpan, División del Norte y más para imponerse, los vecinos de la Colonia Atlántida, Coyoacán denuncian intimidación, ruido y riesgo para escuelas cercanas.
En Coyoacán City Energy opera sin permisos, intimida vecinos y bloquea avenidas en complicidad con alcalde panista. Tiene 20 máquinas de recarga eléctrica instaladas donde la ley solo permite estacionamientos. City Energy bloqueó Tlalpan, División del Norte y más para imponerse, los vecinos de la Colonia Atlántida, Coyoacán denuncian intimidación, ruido y riesgo para escuelas cercanas.
Postigo / Por José García Sánchez
Hace todavía algunos años las calles eran tomadas para protestar por la justicia desde causas justas de la población. Era la gente en la mayoría de los casos vulnerable, que al agotar todas las instancias legales para solucionar sus problema tomaba las banquetas para dar a conocer la injusticia.
Ahora, son los empresarios que quieren a fuerza colocar las empresas de su propiedad donde está prohibido y para eso cerraron por varias horas avenidas tan importantes de la capital del país como Tlalpan, División del Norte, Candelaria y Circunvalación en Coyoacán, de acuerdo con su amigo el panista Giovanni Gutiérrez, quien le proporciona uniformados al propietario de la empresa para cuidar sus intereses.
El empresario cierra las calles para abrir su empresa ubicada en la calle de Circunvalación No. 37, contra la voluntad de los vecinos, quienes saben que no cuenta con ningún permiso, porque en ese lugar sólo están permitidos los estacionamientos. Cuando se considera que para poner un negocio sólo basta con cumplir con los permisos necesarios para abrir, se vive en la era de las cavernas del comercio.
Sí, la Alcaldía de Coyoacán protege a #CityEnergy y hasta le manda personal de la policía auxiliar a cuidar sus instalaciones
— Vecinos Educación (@Comiteducacion) August 11, 2025
ANTE LA DENUNCIA VECINAL Y LA PRESION DE LA OPINIÓN PÚBLICA
ahora la empresa intimida a miembros del COPACO de la colonia Atlántida pic.twitter.com/r3aof6APEx
Los permisos pueden conseguirse, a veces con dinero de por medio, lo cual sucede por lo menos con la mitad de los establecimientos en la Ciudad de México y el resto del país.
Algo que es superior a la autorización de permisos es la opinión de los vecinos, quienes tienen la última palabra sobre la apertura de negocios.
Ante está justa lógica ninguna empresa puede exigir apertura ante la inconformidad generalizada de los vecinos, como sucede con City Energy, empresa que se instaló sin ningún permiso, en la Colonia Atlántida, en la alcaldía Coyoacán, con la protección del alcalde panista, quien se ha encargado de amedrentar a los colonos con uniformados enviados para desactivar protestas.
La empresa City Energy se dedica a la carga de electricidad de vehículos, instalada en una zona donde sólo pueden abrirse casetas de vigilancia o estacionamientos. De hecho, un restaurante llamado Los Tres Caballos, concesiona su estacionamiento que estaba en funciones diariamente, , con el que debe contar por ley, a esta empresa donde instaló 20 máquinas de recarga, contaminando con ruido y emisiones nocivas.
En menos de 100 metros hay tres escuelas, por lo que ese tipo de negocios no debe ocupar esa zona habitacional.
La imposición de su operación llega a violentar a los vecinos, a grado de intimidarlos con la policía, grupos de choque y empleados a los que colocó el propietario, el lunes 11 de agosto para cerrar calles y avenidas, todo para que abra las puertas una empresa ilegal.
El cierre de calles no sólo contaba con la anuencia de la alcaldía sino con la protección de sus policías a los empleados de City Energy, que llevaron hasta a sus hijos menores de edad para repartir volantes donde decía: “Exigimos la reapertura del centro de carga City Energy Coyoacán”.
Para fortalecer las filas de los agresores alquilaron gente, llamaron a los empleados de sus proveedores y pagaron para que pareciera un grupo de ciudadanos que desean fervientemente la instalación de un lugar ruidoso y peligroso.
La empresa es de un tal Humberto Saucedo Berrocal, quien maneja los hilos de la intimidación a los vecinos hasta el extremo de exponer fotografías de vecinas inofensivas que en algún momento sacaron fotos del lugar y protestaron ante los empleados por el ruido, donde las califican de extorsionadoras y agresores de los empleados, cuando son ellos los prepotentes y agresivos, colocando mantas en las paredes de los alrededores acusando a vecinas que en ningún momento les reclamaron anda, porque quienes dan la cara son los trabajadores, que reciben órdenes y las obedecen por viles que sean las instrucciones, para poder conservar su trabajo.
En una de las muchas ocasiones que colocó los sellos PAOT, Procuraduría Ambiental, los encargados llegaron a pedir que los dejaran entrar, por lo menos a hacer la inauguración, con fuegos artificiales y música a muy alto volumen.
El atentado contra los vecinos fue un amedrentamiento fuera de toda legalidad violentador de la identidad de las personas y allanamiento en espacios públicos con golpeadores profesionales merodeando todas las casas y provocando a los vecinos.
Al día siguiente de lo que pudo ser un zafarrancho, se colocó en ese mismo lugar, una carpa de afiliación del PAN, sin que se parara nadie a unirse a un partido en agonía.
Los vecinos pueden echar abajo cualquier permiso, que en este caso no existen, pero el hambre, la voracidad y la vocación por la ilegalidad de algunos empresarios, que en realidad son delincuentes, muestra que son capaces de todo, y así lo hicieron contra mujeres principalmente.