El próximo 2 de junio marcará un nuevo capítulo en la historia política de México. Por primera vez, una mujer se encamina hacia la Presidencia de la República. Y mi voto ya está decidido: votaré por Claudia Sheinbaum.

Las elecciones de este año están cargadas de significado. Atrás quedan los días en que el acceso al máximo cargo político estaba limitado a figuras masculinas. Si bien en el pasado se hablaba del “techo de cristal” que impedía a las mujeres ascender a puestos de alto nivel, hoy ese obstáculo se ha desmoronado en el ámbito político.

Mujeres al poder

Si retrocedemos en el tiempo, encontramos que fue en 1947 cuando se reconoció a las mujeres el derecho al voto y a ser votadas, aunque inicialmente solo en elecciones municipales. No fue hasta 1955 que las mujeres ejercieron por primera vez su derecho al voto en las elecciones federales. Desde entonces, solo ocho mujeres han logrado postularse para la presidencia.

Entre estas destacadas mujeres se encuentran nombres como Rosario Ibarra de Piedra, Cecilia Soto, Marcela Lombardo Otero, Patricia Mercado, Josefina Vázquez Mota y Margarita Zavala, quienes desafiaron las barreras de género en busca de liderar el país.

Es tiempo de mujeres

Pero es ahora, en el año 2024, cuando presenciamos un verdadero cambio. Dos mujeres están en la contienda presidencial, pero es Claudia Sheinbaum quien destaca con fuerza. Respaldada por la coalición Seguimos Haciendo Historia, integrada por Morena, el Partido del Trabajo y el Partido Verde Ecologista, Sheinbaum encabeza las encuestas y cuenta con el apoyo del pueblo.

Claudia presidenta

Aunque Xóchitl Gálvez, respaldada por los partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática, continúa su lucha, los números no mienten. El voto mayoritario parece destinado a Claudia Sheinbaum.

Mi decisión está tomada. En un momento crucial para la política mexicana, votaré por una mujer. Es tiempo de que las palabras se conviertan en acciones, y Claudia Sheinbaum es la candidata que encarna ese cambio. Es tiempo de mujeres en la política mexicana, y mi voto se suma a esa transformación.