Ayotzinapa es una herida abierta. La falta de justicia hace perpetua la ausencia de los estudiantes víctimas de desaparición forzada en 2014.
Ayotzinapa es un expediente abierto, una herida que sigue abierta. La falta de justicia, hace perpetua la ausencia de los 43 estudiantes víctimas de desaparición forzada en septiembre de 2014.
El presidente Andrés Manuel López Obrador reafirmó que no habrá carpetazo en el caso Ayotzinapa, por lo que el Gobierno de México continúa las indagatorias a fin de conocer el paradero de los estudiantes.
La desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa ocurrió entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014, en Iguala, Guerrero. La policía municipal detuvo a los estudiantes mientras se preparaban para asistir a la conmemoración del 2 de octubre en la Ciudad de México.
En conferencia de prensa el pasado viernes, López Obrador puntualizó que los delitos no prescriben, de modo que no pueden cerrar los expedientes.
“Que no estén pensando quienes participaron en estos hechos tan inhumanos, injustos, que ya nos vamos a ir y que nos van a poner obstáculos para que no avancemos. (…) No es que ya nos fuimos y ya pasó todo. No, y yo espero que en el tiempo que nos falta podamos avanzar”, subrayó.
López Obrador destacó que su administración no dará la espalda a esta tragedia, sino que seguirá trabajando arduamente para encontrar respuestas. “No es que ya nos fuimos y ya pasó todo. No, y yo espero que en el tiempo que nos falta podamos avanzar”, enfatizó, dejando claro que el compromiso con la justicia y la verdad persiste.
El presidente también anunció que, una vez pasadas las elecciones del 2 de junio, recibirá a las madres y padres de los 43 estudiantes desaparecidos para presentarles los avances de las investigaciones. Esta reunión representa un paso más en el camino hacia la verdad y la justicia para las familias afectadas por esta dolorosa tragedia.
La desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, ocurrida entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014, en Iguala, Guerrero, ha dejado una profunda marca en la historia de México. Los jóvenes fueron detenidos por la policía municipal mientras se preparaban para asistir a la conmemoración del 2 de octubre en la Ciudad de México. Desde entonces, sus familias exigen respuestas y justicia, mientras el país entero clama por verdad y reconciliación.
La promesa de no cerrar el caso Ayotzinapa es un paso significativo hacia el esclarecimiento de uno de los episodios más oscuros de la historia reciente de México. Aunque el camino hacia la verdad puede ser largo y difícil