En un día cargado de significado, el presidente Andrés Manuel López Obrador celebró la culminación del ambicioso proyecto del Tren Interoceánico,.
una obra que une los vastos océanos Pacífico y Atlántico en una franja de 300 km de océano a océano. Ya que Tren Interoceánico correrá desde Oaxaca hasta Veracruz.
Desde Salina Cruz, Oaxaca , el mandatario dio a conocer pormenores de eses obra insignia de la Cuarta Transformación. Una inauguración de un nuevo tren a tan solo una semana de haber arrancado el Tren Maya.
“Vamos a dar a conocer al pueblo de México la importancia que tiene este proyecto que une a los dos más grandes océanos, al Pacífico y al Atlántico”, expresó el presidente.
López Obrador resaltó la historia detrás de esta visión, señalando que el sueño de unir estos dos gigantes oceánicos ha persistido a lo largo de los siglos, desde las épocas de autoridades, reyes y gobernantes, remontándose a la invasión española.
El mandatario también destacó la visión estratégica de “reiniciar, habilitar los puertos, las vías, tener listo el ferrocarril para carga y pasajero”. Enfatizó que este proyecto contribuirá al desarrollo económico al impulsar polos de desarrollo en la franja del Istmo.
Raymundo Morales Ángeles, director general del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), detalló el proyecto.
El Tren Transoceánico involucró la rehabilitación de 1,197 km de vías férreas y la modernización de cuatro puertos clave: Salina Cruz, Coatzacoalcos, Dos Bocas y Puerto Chiapas.
“Hoy se inaugura la Línea Z del Tren Transístmico, que corre de Coatzacoalcos a Salina Cruz y está concluida al 100 por ciento”, informó Morales Ángeles con satisfacción.
Además, informó que la Línea FA, que conecta Coatzacoalcos con Palenque, será la conexión directa con el ambicioso proyecto del Tren Maya, consolidando así una red ferroviaria integral.
La culminación del Tren Interoceánico y su conexión con el Tren Maya marca un hito histórico para México.
Son obras que prometen beneficios económicos y de desarrollo a lo largo de la franja del Istmo. Asimismo incentivan el desarrollo económico de la región largamente olvidada.
La visión de unir océanos y regiones se convierte en una realidad tangible, trascendiendo épocas y consolidando el compromiso con el progreso y la conectividad en la nación.