Por: Fausto Triana
Madrid, 27 dic (Prensa Latina) Sus primeros gritos al nacer tenían música, bromeaban familiares cercanos, y aunque hilvanó una historia de amor al pentagrama, Joan Manuel Serrat dice hoy que lo premian por ser mayor.
Cumple este miércoles 80 años de edad, retirado por voluntad propia de los conciertos, relativamente agazapado en la intimidad de la casa y con reapariciones furtivas, no como “un ladrón, te acechan detrás de la puerta”, de su delicada composición “Aquellas pequeñas cosas”.
Nacido el 27 de diciembre de 1943 en Barcelona, Serrat recibió recientemente la Medalla de Honor de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE). Y para no dejar de ser genio y figura, respondió al gesto de la siguiente forma: “Me dan esto porque soy viejo, eso es así, pero yo estoy contento por haber llegado hasta aquí’.
Sin embargo, Antonio Onetti, presidente de la SGAE, esta vez no quiso dejarle el espacio libre al humor sardónico del creador del disco Mediterráneo.
‘La trascendencia de esta medalla la otorga quien la recibe: durante mucho tiempo has sido un clásico tú y tus canciones, y son los clásicos los que definen a su tiempo’, resaltó Onetti.
Conocido por sus letras poéticas y su estilo musical único que fusiona la canción de autor con influencias de la música popular, Serrat llenó durante más de 50 años de carrera el universo de melodías como pocos en Hispanoamérica.
Algunas de sus melodías más famosas incluyen «Mediterráneo», «Aquellas pequeñas cosas», «Lucía», «Penélope», «Cantares» y «Hoy puede ser un gran día», “La mujer que yo quiero”, “Pueblo blanco”, “Tu nombre me sabe a yerba”, entre muchas.
Mediterráneo, editado en 1971, parecía imposible de superar y lo fue, en cierta medida. Pero supo reinventarse, interpretó más de 500 canciones, dejando un cofre inolvidable de su obra.
“Feliz de haber dedicado la vida a escribir y cantar canciones, en privado y en público cuando me apetece. Las canciones forman ya una memoria, y estoy feliz de haber podido dedicarme a eso”, comentó el cantautor catalán, visiblemente emocionado, al recibir el lauro de la SGAE.
Desde que marcó su retiro de los escenarios en diciembre de 2022, cuando parecía que los aplausos no terminarían de venerarlo, Serrat intentó desaparecer de la vida pública, pero ha sido imposible.
“Las canciones son la vida y me siento feliz de que hayan acompañado a la gente, que las han hecho suyas a su manera y hasta me las han descubierto algunas veces, viendo cosas que no había pretendido escribir’, reflexionó Serrat.
Las galas de premiación se repitieron, desde que obtuvo la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio, la distinción Nacional de Cultura del gobierno regional de Cataluña, charlas en la Universidad de Harvard y varios títulos internacionales Honoris Causa.
Versiones de clásicos de Violeta Parra y Víctor Jara, y melodías a partir de poemas de Miguel Hernández, Antonio Machado, Mario Benedetti, Pablo Neruda, Federico García Lorca (..), añaden más altura a su enorme legado.
“Me he retirado de los escenarios, no de vivir. Vivo más ajetreado que nunca, espero que esto afloje un poco, porque vivo más acelerado que en mi época de giras”, dijo hace poco a periodistas.
Y por las dudas y las especulaciones que arrastra consigo la “presunta jubilación” de este maestro del pentagrama, Joan Manuel Serrat tiene la mejor respuesta.
Es mejor decir adiós cuando no hay desafección de la gente, consciente de que la edad obliga a poner límites. ‘No me gusta mucho el camino para donde voy, pero como sé que no lo puedo cambiar, corre y saca de ello todo lo bueno que puedas’.
Prensa Latina/oda/ft