La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México está preparando una impugnación en respuesta a la controvertida ley antiinmigrante recientemente promulgada por el gobernador de Texas, Greg Abbott.
La normativa otorga a la policía local la autoridad para detener a personas migrantes que crucen la frontera estadounidense y permite a los jueces locales ordenar su expulsión.
López Obrador, enfatizó que la base de la impugnación radica en la creencia de que estas atribuciones recaen en el gobierno federal de Estados Unidos y no en los estados individuales.
“Estaremos siempre en contra de estas medidas, defendiendo a nuestros paisanos y a los migrantes”, subrayó López Obrador.
El mandatario mexicano también sugirió que la motivación detrás de la implementación de esta ley por parte del gobernador Abbott podría ser impulsada por motivos políticos.
López Obrador argumentó que Abbott busca ganar popularidad en su aspiración a la vicepresidencia del Partido Republicano.
Sin embargo, advirtió que esta estrategia podría alienar a la población de Texas, que cuenta con una significativa presencia de mexicanos y migrantes.
Además, recordó que Texas tiene raíces históricas en México, antes de formar parte de los Estados Unidos.
La impugnación de México contra la ley antiinmigración reitera la firme oposición del gobierno mexicano a medidas que afectan a migrantes y subraya la importancia de las relaciones bilaterales en la gestión de temas fronterizos.
El desarrollo de este caso será seguido de cerca, ya que plantea preguntas sobre la jurisdicción estatal en asuntos migratorios y resalta la complejidad de la relación entre México y Estados Unidos en este ámbito.