Dicen que Dios los hace y el dinero los junta. La causa lo vale: la ecología. Temas como el medio ambiente, la selva, son motivos de bastante peso y pesos. Por eso lanzan campañas de “concientización”, mismas que hubieran servido contra el proyecto depredador del Lago de Texcoco.
Pero no. Hoy integrantes de la comunidad del espectáculo, es decir, actores, actrices, comediantes y algunos músicos, se unieron para mandarle un recado a quien corresponda, para decir que “no quieren el Tren Maya”.
Razones como la devastación ecológica, maltrato de los ríos y cenotes, así como extinción de la fauna silvestre, los movió a difundir su preocupación a través de una cuenta de Twitter, creada recién en febrero de 2022 y que a la fecha supera apenas los 2 mil seguidores.
Entre este puñado de figuras del espectáculo, figuran Ofelia Medina, Kate del Castillo, Natalia Lafourcade, Miguel Rodarte, Eugenio y Aislinn Derbez, Bárbara Mori y otros, así como el decimista Fernando Guadarrama.
Aseguran que “el Tren Maya está destruyendo la selva” y “nuestro patrimonio natural”. Afirman que el Tren Maya le está “quitando la casa a miles de especies nativas”. Dicen que “no necesitamos un tren que no tenga evaluaciones ambientales”, por lo mismo piden: “vengan a recorren las zonas afectadas con nosotros”.
Hoy que el gobierno de la Cuarta Transformación da a conocer paso a paso los proyectos, la inversión y los avances de las obras, saltan al escenario de las redes campañas con una clara intención política.
Varios de los “abajo firmantes”, ecologistas de ocasión, pseudo-ambientalistas no pasaron lista cuando se arrasó con los cerros aledaños al Lago de Texcoco para rellenarlo y levantar un aeropuerto. No.
Tampoco aparecieron cuando Calica (Calizas Industriales del Carmen), la empresa estadounidense obtuvo permiso para extraer materiales de construcción en una cantera del Mar Caribe, en la época de Felipe Calderón.
Y no lo hicieron entonces, porque muchos de estos ecologistas de ocasión, se pronunciaron en favor del Partido Acción Nacional y de Felipillo. Hicieron campaña para él y celebraron sus hazañas depredadoras.
Por el bien de todos
Estos ambientalistas a sueldo que piden ser acompañados a recorrer la obra del Tren Maya por no dicen quién, pero ya saben quién, en verdad no han puesto un pie en la obra.
No se han enterado que el proyecto del Tren Maya incluye la siembra de 200 mil hectáreas de árboles.
Tampoco han checado que dentro del plan se ha creado Parque Nacional del Jaguar que abarca 18 mil hectáreas que serán reservas naturales.
En el guión de sus mini videos no les anotaron que se va a ampliar la reserva natural de Calakmul y en la zona arqueológica de Uxmal, 2 mil 200 hectáreas de reserva.
Y peor aún, en su embriaguez de nostalgia por el aeropuerto de Texcoco no se enteraron que afortunadamente se le devolverá su vocación ecológica gracias a un decreto que lo protege como reserva natural.
“No, de veras que los fifís…” andan sueltos y cualquier airecito los doblega al mejor postor.
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M21