El presidente Andrés Manuel López Obrador hizo hoy una denuncia pública y anunció que llevará la queja ante la Fiscalía General de la República para saber quién está detrás del tráiler repleto de despensas hallado el sábado pasado en San Luis Potosí.
Se presume que la carga, cuyos dueños se hicieron ojo de hormiga, se iba a repartir como parte de una campaña política.
Y es que en tiempo de elecciones, vuelven las viejas y amañadas prácticas de traficar con la pobreza y “la mala costumbre de repartir frijol con gorgojo para obtener votos”.
De ahí el llamado del Presidente López Obrador para que “intervenga la Fiscalía General y la fiscalía electoral, porque se detuvo un tráiler lleno de despensas en San Luis Potosí y no aparecen los dueños de la mercancía y seguramente tiene que ver con el reparto de despensas en época de elecciones”.
Resulta que el sábado pasado se encontró un tráiler con cinco mil despensas. El voluminoso vehículo se quedó atorado en el bajopuente de Río Santiago y la carretera de Matehuala.
Cuando acudieron las autoridades para ver qué o qué, el chofer no supo decir quién era el dueño de la carga.
Vaya, se trata del típico caso de amnesia, ocultamiento o complicidad. De eso se encargará la Fiscalía General de la República para saber, como dijo el paisano Chico Ché, “de quén chon”.
Se supone que había quedado claro hacer de esta campaña electoral algo más digno, eliminar las viejas trampas y no insultar a la ciudadanía entregando mirruñas.
O sea, vámonos respetando. Por eso el líder de la Cuarta Transformación recordó que hasta firmaron un compromiso y que el fraude electoral es un delito.
“No podemos quedarnos callados. Y ya acordamos, incluso con la participación de los gobernadores, no admitir el fraude electoral, que no se presione a nadie, que las elecciones sean limpias”.
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M21