Claudia Sheinbaum, presidenta electa de México, reafirmó su compromiso con la nación al declarar que actuará con honestidad, responsabilidad y respeto hacia la independencia de los poderes.
“Actuaré con honestidad, responsabilidad, respetando la independencia de poderes, gobernaré para todos y tengan la certeza que nos sentimos y sentiremos todos cada días más orgullosos de nuestro origen y porvenir”, dijo.
En su primer discurso ya como presidenta electa, Sheinbaum se comprometió a gobernar con responsabilidad, empeño y poner hasta la vida misma en su gestión.
“Estaremos a la altura de las circunstancias. Hago el compromiso de no defraudar y poner todo mi empeño, conocimiento, corazón, mi esfuerzo, voluntad y hasta la vida misma para servir a mi patria y a mi pueblo”.
Sheinbaum, quien se convierte en la primera mujer en asumir la presidencia del país, destacó la importancia del papel de las mujeres en la sociedad mexicana, subrayando que su triunfo no es un logro individual, sino un avance colectivo. “El día de hoy no llego sola, llegamos todas”, afirmó, reconociendo la fuerza y determinación de las mujeres que han luchado por su lugar en la vida pública y política de México.
El respaldo popular a su candidatura fue abrumador: con 35 millones de votos, representando entre el 59% y el 76% del total, Sheinbaum calificó este resultado como un hecho inédito e histórico, señalando que el pueblo mexicano mostró una “conciencia histórica” y un profundo reconocimiento de su propia fuerza y capacidad de cambio.
Durante su discurso, Sheinbaum se comprometió a no defraudar al pueblo mexicano, asegurando que pondrá todo su empeño, conocimiento, corazón, esfuerzo, voluntad y “hasta la vida misma” para servir a la patria.
“Nadie debe temer a nada, el futuro es promisorio. Somos un país y un pueblo extraordinario, único, maravilloso. Estaremos a la altura de las circunstancias”, puntualizó.
Sheinbaum reafirmó su promesa de no reprimir y velar por los derechos humanos, garantizando que la libertad que eligieron los mexicanos en las urnas se ejercerá plenamente bajo un régimen democrático.
La presidenta electa concluyó su discurso con una declaración de principios: “Como primera mujer presidenta de México, sepan que actuaré con honestidad y respeto a la independencia de todos los poderes. ¡Que viva México!”