La falta de un médico legista para averiguar las causas de muerte de la maestra Irma Hernández no es asunto de Nahle, sino de la Fiscalía
El que no haya habido un médico legista a la mano, en el caso de investigar las causas de la muerte de la maestra Irma Hernández no es responsabilidad de Nahle, sino de la fiscalía. Son poderes diferentes, responsabilidades distintas. Pero como si recibieran órdenes superiores, medios y opositores coinciden en sus prioridades para presionar al gobierno.
Postigo / Por José García Sánchez
Los medios tienen dos semanas repitiendo las palabras de la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle García, respecto a la causa de la muerte de la maestra Irma Hernández, quien anunció en un video a transportistas que deberían pagar derecho de piso a la Mafia Veracruzana. Los medios y la oposición quieren espectáculo y no la verdad.
Atrás dejaron los medios las sospechas sobre Adán Augusto y sus amigos, y los viajes a Japón de Andrés Manuel López Beltrán. Escogieron desgastar a quien pueden considerar con mayor fuerza que los anteriores morenistas sujetos al escrutinio del ocio de los comunicadores y de los opositores carentes de propuestas serias. Como si recibieran órdenes superiores, medios y opositores coinciden en sus prioridades para presionar al gobierno.
Desde el inicio del sexenio de Nahle García, los columnistas publicaban que no trabajaba, a pesar de largas jornadas sin día de descanso, pero eso no vieron los medios de la entidad. Esos horarios nunca se habían registrado en la historia del gobierno estatal.
DICTAMEN DE NECROPSIA CONFORME A LA LEY EN CASO IRMA HERNÁNDEZ CRUZ
— FGE Veracruz (@FGE_Veracruz) August 2, 2025
Xalapa, Ver., 1 de agosto de 2025.- La Fiscalía General del Estado informa que el perito José Eduardo Márquez Nava cuenta con Evaluación de Control y Confianza
La lógica es muy clara, si a pesar de la guerra sucia, plagada de mentiras, con la complicidad de los medios, el triunfo fue de un 28 por ciento mayor al de su contrincante más cercano, con la intensa ayuda de los medios, quiere decir que los medios y sus columnistas carecen de credibilidad. Y a ningún gobierno puede interesarle anunciar una obra o dar una declaración oficial con medios que no informan la verdad y por eso nadie los lee.
En la historia del país jamás un lamentable incidente como éste había causado tanto revuelo en los medios. Sus contenidos muestran una actitud tiene que ver más con fomentar la violencia que con atacarla. Su cercanía es mayor con los delincuentes que con las autoridades encargadas de sancionarlos.
Los periodistas en el país, principalmente en Veracruz, creyeron ser indispensables en la vida política del estado e importantes agentes de influencia social. Al ser desenmascarados como poco serios, como hay muchos caos en todo el país, abandonan su soberbia para mendigar subsidio del gobierno de quien meses atrás habían calificado con todos los adjetivos y ahora es gobernadora.
Mientras haya impunidad para quienes informan mentiras habrá impunidad de los delitos cada vez más graves e indignantes cuya sanción impiden.
El crimen perpetrado por este grupo de delincuentes, que utilizó la espectacularidad para darse a conocer que ahora los medios le hacen el favor de presentarlo en sociedad, debe castigarse. Si la sociedad, en realidad, siente una indignación sincera, debe contribuir a esa sanción, pero ni siquiera abren la posibilidad de cooperar con las autoridades. Al contrario las desacreditan antes de empezar a investigar, como si estuvieran coaligados con los delincuentes.
Los medios de la entidad investigaron, como si supieran, hasta encontrar que el médico que realizó la necropsia no contaba con los estudios necesarios para dar un fallo certero, aunque para estos casos la especialidad es importante pero no indispensable.
Sobre todo se requería celeridad ante la presión que ejercían los medios. Las oficinas de la gobernadora no tiene una plaza para un médico legista, la Fiscalía estatal, sí. Si los medios están encima de las autoridades para que den un fallo, se recurre a los medios que hay al alcance para definir las causas y responder a la urgencia. El que no haya habido un médico legista a la mano, no es responsabilidad de la gobernadora sino de la fiscalía. Son poderes diferentes, responsabilidades distintas.
Al dar a conocer el resultado, las críticas se multiplicaron. Forzosamente los medios querían espectacularidad y la causa de la muerte les apreció poco escandalosa, sin chiste, sin morbo, ante la expectativa que querían explotar y por eso crearon un escenario de película, dando suelta a una oposición carente de argumentos para cuestionar al gobierno.
Con una investigación médica cuya práctica puede realizar un estudiante de medicina, los medios reclamaron especialidad a la gobernadora, como si se tratara de un trasplante de corazón.
Intentaron manipular a la opinión pública al respecto, como si se pudiera revivir a la maestra. El escándalo mediático, dedicó hasta media hora al hecho en los noticieros y los profesionales de las dádivas mediáticas, como López Dóriga o Ciro Gómez, trataron de darle impulso ante el menguado público que inexplicablemente tienen.
Los medios con más mala voluntad que ignorancia, no buscaban salvar una vida sino satisfacer un hueco informativo que intentaron convertirlo en teatro.
Con este reclamo TV azteca y sus repetidoras intentan recuperar, credibilidad, público y, sobre todo atacar a quien consideran parte importante de la política nacional, de otra manera no les ocuparía tanto tiempo de transmisión repitiendo en tantas ocasiones la misma cantaleta de que no era legista sino médico cirujano, dejando en segundo término la inseguridad, la violencia, la muerte y la extorsión.
Mientras esto sucede algunos medios en Veracruz, usan la muerte de la maestra y la información de la gobernadora sobre las causas de la muerte, como forma de presionar para obtener convenios de publicidad con un gobierno que no les hace caso. No tendría por qué tomarlos en cuenta luego de haber protagonizado una siniestra guerra sucia, la cual pasó sin pena ni gloria ante la decisión de votar por la candidata de Morena, haciendo a un lado al mediocre competidor del PRIAN, quien aprovechaba cualquier espacio informativo para filtrar elementos de esa guerra ante la gente.
La guerra sucia en Veracruz contra la actual gobernadora, sirvió para mostrar que los medios estatales carecen de fuerza ante la sociedad de la entidad y si quieren convenios sería un desperdicio de recursos financiar medios que nadie conoce o consulta.
La labor de los medios ante este caso es más reprobable que el propio crimen colocándolos como cómplices de un hecho que nunca debió suceder.
Mientras haya impunidad para quienes informan con mentiras habrá impunidad de delitos cada vez más graves e indignantes en el país entero.