Ni tanto que queme al santo ni tanto que no lo alumbre. Así reza el refrán y nos recuerda que en la vida hay puntos medios y la necesaria revisión de los acontecimientos, así como el análisis de éstos.
Mirar desde con amplitud y sin fanatismos, será siempre más saludable, sobre todo cuando se tiene acceso a un micrófono, a un tiempo en la televisión.
Y es que las críticas tendenciosas, desfavorables y cortas de miras se han desatado a propósito de la llegada de médicos procedentes de Cuba. Acuerdo surgido a raíz de la reciente visita a la isla del presidente López Obrador.
La noche del lunes 16 de mayo, en su espacio en Imagen televisión, el periodista Ciro Gómez Leyva, lanzó su acostumbrado comentario final al cierre del noticiero, donde celebró la contratación de médicos cubanos.
“Bienvenidos los médicos cubanos, los veracruzanos, los hidalguenses, los argentinos o los estadounidenses. Lo que la gente pide son servicios y medicinas. Qué carajos importa de dónde vengan. Bienvenidas las manos, los cerebros, la inteligencia”.
La postura del periodista, se dice, le pasó factura y ha perdido seguidores. Tal vez, pero no son muchos, porque son más los que como él celebra los acuerdos entre pueblos hermanos.
Reconocer aciertos no es más que un síntoma de la diversidad, la libertad de expresión y, claro, de la democracia.
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M21