
Facultades UNAM declaran paro, tras asesinato de estudiante en CCH
septiembre 25, 2025
Periodistas impunes
septiembre 26, 2025CCH Sur: la urgencia de transformar los entornos educativos

El asesinato de un estudiante en el CCH Sur evidenció la urgencia de reforzar la atención emocional y reconocer las señales de alarma. La Dra. Joselyn Lugo, Directora del Centro de Atención Psicopedagógica subrayó la necesidad de protocolos de detección temprana, apoyo psicológico inmediato y formación en convivencia pacífica para prevenir nuevas tragedias
El asesinato de un estudiante en el CCH Sur de la UNAM evidenció la urgencia de reforzar la atención emocional en escuelas. La Dra. Joselyn Lugo, Directora del Centro de Atención Psicopedagógica, advirtió que las señales de riesgo estuvieron presentes. Subrayó la necesidad de protocolos de detección temprana, apoyo psicológico inmediato y formación en convivencia pacífica para prevenir nuevas tragedias.
El pasado 22 de septiembre, la comunidad del Colegio de Ciencias y Humanidades CCH Sur de la UNAM vivió una jornada de terror. Alrededor de la una de la tarde, un estudiante vestido de negro, encapuchado y con un cubrebocas decorado con una calavera atacó con un arma blanca a un compañero de 16 años, Jesús Israel, quien perdió la vida en uno de los estacionamientos del plantel. En el intento por detener al agresor, un trabajador de limpieza resultó gravemente herido.
El episodio generó caos en el CCH Sur: alumnos corrieron despavoridos para resguardarse mientras otros grababan con sus celulares lo que ocurría y lo difundían en redes sociales. La dirección general decidió desalojar las instalaciones y suspender clases hasta nuevo aviso. El presunto responsable, identificado como Lex Ashton “N”, de 19 años y en situación académica irregular, fue detenido tras el ataque.
Lecciones por aprender
De acuerdo con la Dra. Joselyn Lugo, Directora del Centro de Atención Psicopedagógica (Cisapsi, AC) lo ocurrido en el CCH Sur no debe verse como una tragedia aislada, sino como un llamado urgente a atender la violencia y el malestar emocional en los espacios educativos.
La especialista señala que las señales de riesgo estuvieron presentes: publicaciones violentas en redes, expresiones de odio y aislamiento social. Además, recuerda que la comunidad estudiantil ya había advertido sobre un clima de acoso e inseguridad en el plantel. La falta de protocolos eficaces de prevención y detección temprana agravó el desenlace.
Entre los factores que se entrelazan, la Dra. Lugo destaca el malestar emocional sin acompañamiento, la influencia de comunidades digitales que normalizan la violencia y la ausencia de mecanismos institucionales ágiles para atender las denuncias.
Una oportunidad para transformar la educación
Para la Directora del Centro de Atención Psicopedagógica, este caso debe marcar un punto de inflexión: se necesitan protocolos de detección temprana, acceso inmediato a apoyo psicológico, espacios de contención emocional y formación comunitaria en alfabetización emocional y convivencia pacífica.
“El compromiso institucional de escuchar y atender denuncias de violencia o acoso no es opcional, es urgente”, puntualizó. Solo así, añade, será posible construir entornos escolares seguros, humanos y protectores.