Desde el estado fronterizo de Nuevo León, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo reafirmó su compromiso con una relación de respeto, diálogo y colaboración entre México y Estados Unidos.
En el marco de una visita en la que destacó la importancia económica y social de los vínculos entre México y Estados Unidos, la mandataria volvió al tema que ocupado el interés nacional no sin interpretaciones sesgadas de los adversarios a la Cuarta Transformación.
“La relación entre México y Estados Unidos será buena y de respeto. Prevalecerán siempre el diálogo y la colaboración. Nuestra visión es el Humanismo Mexicano y la fraternidad entre los pueblos y las naciones”, subrayó la mandataria.
Sheinbaum enfatizó que México, como principal exportador hacia Estados Unidos, refleja la interdependencia económica de la región. Señaló que América del Norte —que incluye a Canadá, Estados Unidos y México— concentra el 30% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, una cifra que evidencia la relevancia del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
La presidenta destacó datos del Peterson Institute for International Economics (PIIE) que ilustran el impacto de los migrantes mexicanos en la economía estadounidense.
Resaltó que el 80% de los salarios ganados por los trabajadores mexicanos en Estados Unidos se consume en ese país, y que su ausencia podría contraer la economía estadounidense en más de un punto porcentual del PIB.
Asimismo, mencionó que la migración legal podría extender la solvencia del sistema de seguridad social estadounidense, mientras que su reducción tendría efectos económicos negativos.
Al abordar las causas de la migración, Sheinbaum recordó su propuesta en la Cumbre del G20 de destinar el 1% del presupuesto armamentista global al apoyo de programas como Sembrando Vida, que promueven el desarrollo sostenible y combaten las causas estructurales de la migración.
En 2025, este programa contará con una inversión de 39 mil millones de pesos, beneficiando a 500 mil mexicanos y 40 mil personas en Honduras, Guatemala y El Salvador, dijo.
Con estas declaraciones, Sheinbaum reafirma su visión de una política exterior basada en el humanismo, el respeto mutuo y la cooperación, consolidando el papel de México como un actor clave en la región.