El Gran Desfile del Día de Muertos en la Ciudad de México volvió a captar la atención global al reunir a más de un millón de personas en las icónicas calles capitalinas.
“De la Ciudad de México para el mundo, ¡vivan nuestras tradiciones!”, exclamó la Jefa de Gobierno, Clara Brugada, al dar inicio al evento.
“Dimos inicio al Gran Desfile de Día de Muertos de la Ciudad de México, con el cual celebramos la vida y la muerte, como parte de una tradición milenaria surgida en nuestro país y que compartimos al mundo.
“Son más de 6 mil participantes, junto con carros alegóricos y figuras monumentales que partieron de la Puerta de los Leones del Bosque de Chapultepec hacia el Zócalo capitalino, ante miles de espectadores a lo largo del recorrido.
“Con este espectáculo recibimos este dos de noviembre a nuestros difuntos y los festejamos”, declaró Brugada.
Más de 6 mil participantes, entre artistas, ciudadanos y miembros de los PILARES y UTOPÍAS, desfilaron en este espectáculo, que representa una mezcla vibrante de cultura y tradición. Brugada destacó la relevancia internacional del Día de Muertos, reconocido como Patrimonio Cultural de la Humanidad, y subrayó que esta festividad es una celebración de la vida y la muerte, profundamente enraizada en la identidad mexicana.
Desde la Puerta de los Leones del Bosque de Chapultepec, la Jefa de Gobierno encabezó el arranque del desfile, acompañada de figuras como la secretaria de Cultura, Ana Francis López Bayghen, y la secretaria de Turismo, Alejandra Frausto Guerrero. “Aquí, la muerte no es el final, sino parte del camino; un viaje de ida y vuelta”, expresó Brugada.
La ruta de ocho kilómetros, que se extendió por Paseo de la Reforma hasta el Zócalo, estuvo colmada de espectadores desde temprano. Más de 600 catrinas, 71 carros alegóricos y comparsas musicales llenaron las calles con ritmos de batucada, marimba y danzón, además de homenajes a figuras icónicas como Frida Kahlo y Rosario Castellanos.
El Gran Desfile, surgido en 2016, reafirma año con año el espíritu de una Ciudad de México abierta al mundo, que comparte con alegría la riqueza de sus tradiciones milenarias.