Cuando de elogios se trata, siempre faltan las palabras, aún siendo una persona a quien se aprecia o que como el presidente Andrés Manuel López Obrador, goza de presencia pública.
Vamos, qué decir a un personaje cuya presencia no solo es constante sino provocadora, que lo mismo empatiza porque no se anda por las ramas, que genera el más lacerante encono.
Pero qué tal suena la afirmación lanzada hoy por el presidente de Argentina, Alberto Fernández, que en su visita a México y como invitado especial en la mañanera, elogió al amigo, además de agradecer su fraternidad.
“México tiene al primer presidente honesto en muchos años, el primer presidente decente en muchos años y cuando lo escucho hablar como habla, lo veo actuar como actúa, cada día verifico más eso”.
Lo confesó sin titubeos. Aunque tal vez, dijo, creyendo que no encontraría el momento oportuno para hacer público ese reconocimiento.
Sin duda, la presencia del presidente de México es atrayente, por su congruencia. Recordamos aquel mediodía del 30 de julio de 2006, cuando nos convocó a instalar la asamblea permanente en el zócalo, hasta que el tribunal contara los votos, uno a uno.
Y coreamos el voto por voto. Y nos quedamos no con él y él con nosotros, sumando cientos de miles a una sola voz, en el zócalo.
Y sí, por eso compartimos el elogio, la afirmación del presidente argentino, porque es cierto: México tiene por primera vez en su historia un presidente honesto, decente y cercano a la gente.
Y sí, compartimos lo dicho hoy por el mandatario argentino, quien reconoció “México tiene un presidente como merecen los mexicanos”.
Lo sabemos porque es el primer presidente que pone en el centro al pueblo con el que ha caminado y ha estrechado sus manos.
Tal vez algunos, son pocos, no coincidan con eso, porque como dice López Obrador ya se les acabaron los privilegios.
México tiene un presidente de mayorías, por eso las clases privilegiadas no lo entienden porque no existía el pueblo.
Y ahí está la más profunda de las diferencias, esa donde algunos se colocaron o colaron como dueños y señores, se llenaron los bolsillos con el dinero público y traficaron con la pobreza, la dignidad y la vida de la mayoría.
Sí, México tiene por primera vez un Presidente honesto, decente, un presidente del pueblo.
Sí, con nuestro Presidente volveremos a pisar las calles nuevamente y con orgullo gritaremos: es un honor estar con Obrador
_____
M21