El presidente Andrés Manuel López Obrador develó la placa simbólica con la que se concretó la entrega de 13 centrales de energía eléctrica compradas por el Gobierno de la Cuarta Transformación a la empresa Iberdrola.
En Tamazumchale, San Luis Potosí, el mandatario sostuvo que se trata de un acto trascendente e histórico porque esta infraestructura incrementa de 39 al 56 por ciento la capacidad de la Comisión Federal de Electricidad de producir energía.
“Mediante un acuerdo estamos llevando a la práctica la transferencia, la recuperación de una empresa privada para que pase a formar parte de una empresa pública de todo el pueblo de México”, dijo.
López Obrador subrayó que esta acción demuestra el compromiso del gobierno con el bienestar y la felicidad del pueblo mexicano, priorizando el interés público sobre el meramente mercantil.
Enfatizó la diferencia entre lo privado y lo público, señalando que el propósito de la administración no es solo buscar ganancias, sino también garantizar precios justos y accesibles para la población, especialmente para los sectores más vulnerables.
El proceso de adquisición de las 13 centrales culminó el pasado lunes 26 de febrero, con una transacción que involucró la transferencia de 6 mil 156 millones de dólares del Fondo para Inversiones en Energías a las empresas de Iberdrola.
El precio final de compra ascendió a 5 mil 883 millones de dólares, lo que representa un paso crucial hacia la consolidación de la soberanía energética nacional.
El secretario de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O, resaltó que esta operación fortalece la soberanía energética de México y garantiza el abasto de energía para todos los mexicanos. Asimismo, se destacó la participación de diversas instituciones financieras del país en el financiamiento de la adquisición, lo que refleja el compromiso del gobierno con el desarrollo económico y la independencia energética.
En el marco de este importante acontecimiento, el presidente reafirmó otros compromisos de su administración, como llevar internet y servicio de telefonía celular a todos los rincones del país, continuar con los Programas para el Bienestar en beneficio de la población y concluir importantes proyectos de infraestructura, como la carretera de Valles a Tamazunchale.
La nacionalización de estas centrales de energía eléctrica representa un paso significativo en el proceso de transformación y fortalecimiento de la industria energética mexicana.
Con esta acción, el gobierno de la Cuarta Transformación reafirma su compromiso con el pueblo mexicano y su determinación de construir un país más justo, próspero y soberano en materia energética.
“Al gobierno sí le importa que todos los pueblos de México se electrifiquen porque, a diferencia de una empresa privada, el gobierno tiene como misión buscar el bienestar y la felicidad del pueblo, no el propósito meramente mercantil. No es nada más la ganancia, y mucho menos el lucro; esa es la diferencia entre lo privado y lo público”.
El mandatario detalló que, en cinco años, el gobierno federal ha estado dedicado a fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad, cuya producción equivalía, hasta antes de la compra a Iberdrola, al 39 por ciento del consumo nacional, cuando años atrás la CFE generaba el 100 por ciento de la energía eléctrica que consumía el país.