Se llama María José, es hija de López-Dóriga, el enemigo número uno de la 4T. Ella trabaja y cobra de los mejores sueldos en SRE ¿pooor?
Su nombre es María José, es hija de Joaquín López-Dóriga, el enemigo número uno del pueblo que le ha hecho más daño al país que cualquier narcotraficante
Como en los tiempos de auge de la impunidad priista, la hija de un periodista trabaja en la oficina del secretario de Relaciones Exteriores, como pago a los buenos oficios del escribano.
La inexplicable apertura de, Juan Ramón de la Fuente, titular de Relaciones Exteriores para otorgar un espacio laboral en su oficina a la hija de Joaquín López-Dóriga, uno de los principales detractores del Movimiento, es una agresión desde adentro, que debe corregirse o sancionarse.
López-Dóriga, el detractor ha hecho daño al país, incluso más que un narcotraficante, pero en lugar de procederse legalmente, un secretario de Estado lo premia dándole trabajo a su hija
El movimiento, la precisión de las decisiones y la exactitud de las acciones debe ser una regla. La lealtad es esencial en un movimiento tan agredido por los conservadores, pero cuando la sustituyen los intereses personales se convierte en corrupción.
Se trata de la hija del enemigo del pueblo que le ha hecho más daño al país que cualquier narcotraficante. Si López-Dóriga tuviera un público regular, pero está por debajo de la media y sigue perdiendo público, a no ser por los bots pagados para dar la apariencia de ser uno de los más favorecidos por los mexicanos.
A menos que su hija haya realizado un concurso de oposición para obtener su cargo en la dependencia, de lo que debe haber evidencias, se trata de un favor, de una concesión a un amigo, o un intercambio de favores.
Porque pareciera estar dentro de esa dependencia con calzador. La funcionaria de apellido López-Dóriga, estudió comunicación y sus tareas actuales distan mucho de este perfil.
Si la oferta o el pretexto para ocupar a la hija del comunicador con carrera trunca, era que ya no atacara a la 4T, los golpes de lo comentócratas duelen cuando tienen fuerza y dada la poca credibilidad del español autodenominado líder de opinión, y su escaso público, ningún daño debe causar a nadie.
La actitud del secretario de Relaciones Exteriores muestra, a simple vista y sin mayores interpretaciones, como una traición. Porque no se trata de un periodista crítico sino de uno que tiene su propia narrativa, donde recurre a la fantasía y la mala intención.
Es decir, falta a la verdad y agrede gratuitamente en lugar de hacer análisis o preocuparse por investigar antes de caer en errores voluntarios.
Todavía los mexicanos recuerdan que el comunicador cobraba periódicamente cheque del IMSS por 600 mil pesos por sus buenos servicios en el periodismo, y ante la primera pandemia en el país, fue el primero en afirmar que los servicios del sector Salud eran deficientes.
Los cuestionamientos de la presidenta hacia el trabajo de este columnista se han reducido notoriamente, también la fake news de éste hacia el gobierno.
Un intercambio desigual porque el difusor de mentiras carece de público y pierde audiencia todos los días, sólo habría que ayudarlo a bien morir.
Debe haber información pública sobre medios y programas para que la población conozca en realidad la audiencia que cada uno tiene, de otra manera se estará engañando al público y si el medio puede engañar impunemente se muestra que se trata de una gran mentira, incluso sin conocer los contenidos.
Así, público y anunciantes no irán a ciegas ni se dejarán llevar por el chantaje de conductores y productores que con bots, afirman tener millones en su auditorio como ocurre con este personaje que se inventa hasta sus likes.
En su momento hubo una medición pública para los medios impresos, con certificadoras que caían de sorpresa en los periódicos para contabilizar el tiraje, previo contrato y acuerdo de que podían hacerlo para medir la veracidad de su impresión.
Ahora, los bots engañan a todos, a veces le mienten hasta a los propios propietarios de los medios, quienes sostienen a personajes como el que se menciona arriba, para seguir manteniéndolos, en el más amplio sentido de la palabra. Debe haber transparencia, porque la opacidad en los medios representa engaño que debería sancionarse severamente.