Trump se aleja de la razón incluso de la menos lógica que corresponde a la de una oposición que no se ve ni se nota y puede figurar
Trump, el delincuente
Si las últimas disposiciones de Donald Trump las hubiera ordenado el gobierno de México, la oposición diría que nos encaminamos a vivir condiciones similares a las de Venezuela, país del que sólo tienen referencias a través de una prensa sin credibilidad.
Trump se aleja de la razón incluso de la menos lógica que corresponde a la de una oposición que no se ve ni se nota y puede figurar, aunque quiera; inconsistencias de la oposición, sin embargo, a pesar de las de su falta de congruencia, los medios convencionales destacan la palabra de los opositores como si se tratara de los salvadores del país, incluso del mundo.
La visión sobre Venezuela en México está elaborada en Estados Unidos, es la versión de los medios que convierten su trabajo informativo en trinchera política, y así, aseguran que ese país es la antesala del infierno, aunque nunca lo hayan visitado ni tengan más información que la de medios parciales y tendenciosos.
Hay mexicanos que aseguran que las condiciones de Venezuela que se transmiten por las cadenas de televisión gringa son una verdad absoluta. Lamentablemente están convencidos de esa mentira. Afirman esa versión las repetidoras en México como Televisa y TV Azteca, siempre al servicio de los intereses de Estados Unidos.
Donald Trump congeló dos mil 200 millones de dólares en fondos a la Universidad de Harvard, por negare a cumplir con exigencias para “acabar” con el antisemitismo en el campus. Qué puede saber un ignorante como este casinero lava dólares, de la importancia del conocimiento.
La imposición de uniformidad de criterios, encaminada a favorecer al gobierno genocida de Benjamín Netanyahu, es ahora un pretexto para reducir el presupuesto de una universidad que daba cabida a todo tipo de ideas. El pensamiento no está implícito en la cotidianeidad de la vida de Trump. Ahora todos deberán honrar a los alumnos de Hitler para que haya coincidencia con los designios de un dictador genocida llamado Donald Trump.
El presidente del vecino país toma distancia de una serie de conceptos y acciones que la derecha mexicana no acepta y había imputado a un régimen comunista, como es el caso de una posible reelección de Andrés Manuel López Obrador, la desaparición del área de educación, equivalente a la SEP.
Lo pronóstico del PAN parecieran aplicarse ahora a Estados Unidos, como el levantamiento de la inconformidad social, mostrada en las calles, la fuga de capitales, la falta de inversión, la renuncia de funcionarios, el aumento del desempleo, una inflación galopante, escasez, devaluación, etc.
Hasta los gobernadores de Estados Unidos denuncian a Donald por decidir caprichos fuera de la ley.
Se desconoce hasta cuándo detendrá Trump su creatividad para improvisar medidas que, según él, pueden ayudar a su economía. No puede pasarse todo el periodo dando palos de ciego, ni tratando de enmendar lo roto en su economía, menos aún a costa de muchos países del mundo.
La paciencia de Rusia y China tiene un límite y así como las fuerzas de Estados Unidos toman la facultad de detener en territorio de otros países a personas, así también pueden detener a un loco en territorio estadounidense. Todavía está por aclararse la detención en México de fuerza estadounidenses, del Mayo Zambada.
La insistencia de Trump por agredir al mundo entero, ya sea con aranceles, insultos, provocaciones, palabras, invasiones lo convierte en un delincuente de talla internacional.
Pareciera que los designios de la derecha mexicana se convirtieron en maldición contra Trump, dejando en un desamparo más a una oposición de la que ya nada queda. Se quedaron sin refugio los panistas y sin árbitro los priistas, en el peor momento de sus vidas.
El desamparo de la oposición que se queda sin refugio, la postura de la Presidenta respecto a la medida que intentó imponer Trump, y la pérdida de banderas a causa de la negociación de Claudia Sheinbaum, acelera la muerte de los tres partidos de oposición en México.
Por su parte, Trump también acelera su decadencia con cada amenaza nueva, porque cada una de esos arrebatos que oscilan entre la locura senil y el fanatismo, afectan cada día a más estadounidenses, que exigen en las calles que se vaya.