El presidente Andrés Manuel López Obrador cerró una semana de mañaneras con una nueva pieza musical: el vallenato Los caminos de la vida.

Esto a propósito de que en efecto “son muy difícil de andarlos”, reza la canción escrita por el compositor colombiano Omar Antonio Geles, y porque ante los embates de la pandemia de Covid-19 “hay que afrontar riesgos”.

En el Salón Tesorería de Palacio Nacional, donde se informa de lunes a viernes sobre los avances de gobierno, se presentan nuevos programas, es también el lugar donde el primer mandatario narra anécdotas y, como hoy, las acompaña de una pieza musical. 

“Yo pensaba que la vida era distinta”

Pero no. Tal vez el soberano, el pueblo “acostumbrado” al acartonamiento y alejamiento de los gobernantes, le puede resultar extraño y extravagante que el Presidente use el podio para aludir estas cosas de la vida.

Y quizá porque así, explicado con manzanas y rolas del día a día, el respetable público tenga que entrarle de una vez y por todas a la cotidianidad con un virus que acecha desde hace 18 meses.

Tomar riesgos dice el presidente López Obrador. Qué más sí no… 

“Tenemos pues que correr ciertos riesgos, como todo en la vida. Imagínense si no salimos porque nos puede pasar algo, nos vamos a quedar todo el tiempo encerrados. No. Tenemos que enfrentar adversidades”, expresa.

Porque ciertamente “los caminos de la vida no son como imaginaba. ¿Por qué no pones esa? Vamos a escucharla”, dijo hoy en el Salón Tesorería y se lanzó a recordar a Gabriel García Márquez, buen bailador de vallenato y al cronista Carlos Monsiváis.

“Le gustaba mucho al Gabo, a Monsiváis. Una vez fuimos a comer aquí en el Centro, ahí por el Palacio de Minería, donde estaba antes el Senado, junto, y llegaron unos músicos. ‘¿Les cantamos algo?’, y dice Monsi: ‘Sí’, ¿cuál? Los caminos de la vida”.

¡Arriesgarse!

Los caminos de la vida

Son muy difícil de andarlos

Difícil de caminarlos

Y no encuentro la salida

Yo pensaba que la vida era distinta

Cuando estaba pequeñito yo creía

Que las cosas eran fácil como ayer

Que mi viejecita buena se esmeraba

Por darme todo lo que necesitaba

Y hoy me doy cuenta que tan fácil no es

Pues en esas andamos, arriesgando el pellejo, buscando la chuleta…

Por eso te pido a ti

Mi Dios del cielo

Para que me guíes al camino correcto

“… vámonos con Los caminos de la vida”.