El bastón de mando “no es cualquier instrumento y no se debe usar sin consentimiento de los guardianes de las tradiciones sagradas”. Tales fueron las palabras de reclamo del médico tradicional, Santiago Ortela, quien el 1 de diciembre de 2018 entregará el bastón de mando al presidente López Obrador.
El reclamo se le hizo llegar al presidente de México en un audio presentado por la reportera de “Esfera noticias”. Las palabras serenas, pero contundentes del médico olmeca, dejan claro que la entrega del bastón de mando requiere de un ritual.
“Quiero decirle, con todo respeto, que el bastón de mando es un instrumento sagrado de conciencia, una conciencia para llevar al ser humano a una conciencia evolutiva para vivir en paz y armonía con nuestra madre naturaleza.
“El bastón debe sacralizar pidiendo permiso a los viejos abuelos de las tradiciones sagradas, a los abuelos guardianes del universo y los centros ceremoniales ancestrales”.
De ahí que el uso evidenciado en redes sociales, rompe por el simbolismo sagrado, dijo el médico olmeca Santiago Ortela.
“Como representante de las tradiciones ancestrales, quiero decirle que el bastón de mando no es cualquier instrumento y no se debe de usar, como he visto en las redes sociales, sin el consentimiento de los guardianes de las tradiciones sagradas. Para nosotros es una ofensa”.
El bastón de mando, como instrumento y símbolo sagrado, debe cumplir un ciclo, un ritual que responde a la ley de reciprocidad, explicó el representante de los pueblos originarios.
De ahí, que “el bastón de mando deberá regresar, de igual forma, mediante un ritual sagrado, para cerrar el ciclo a los representantes quienes se encargaron de entregarle este bastón en tiempo y forma, cumpliendo con la ley de reciprocidad de nuestra cultura, dar y recibir, agradeciendo a los abuelos guardianes de las tradiciones sagradas de México”.
Ante el reclamo, el presidente López Obrador dijo que el bastón entregado a su sucesora en el movimiento de transformación, se lo dio una etnia cuyo nombre no quiso mencionar.
“Me fue entregado y pedí la autorización para que ese mismo bastón lo entregara yo a quien ahora dirige nuestro movimiento, y me lo autorizaron. No lo mandé a hacer, es un bastón que me entregaron en una comunidad indígena”, aclaró López Obrador.
Resaltó que entregó el bastón de mando a la nueva dirigente del movimiento porque él ya no participa en nada que tenga que ver con el proceso de transformación, sino que sólo está dedicado a concluir su mandato.
“Y si los pueblos originarios lo deciden, pueden llevar a cabo también una ceremonia y entregar el bastón de mando a la presidenta electa y constitucional, pero… Presidenta o presidente”, eso ya es otra historia.