México llevará la disputa diplomática con Ecuador ante el escrutinio de la comunidad global, anunciando que enviará un informe detallado al Secretario General de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres.
Además, solicitará el respaldo de las cancillerías y de los países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Y enviará una carta al secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para que se presente ante todos los países miembros, el Consejo de Derechos Humanos y la Asamblea General, anunció Alicia Bárcena, Secretaria de Relaciones Exteriores.
La crisis, desencadenada por la polémica captura del ex vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas en la embajada mexicana en Quito, derivó en una escalada sin precedentes en las relaciones bilaterales entre ambos países. A tal grado que México rompió relaciones con Ecuador.
Bárcena informó pormenores de la denuncia, enfatizando la necesidad de buscar respaldo internacional y abogar por el respeto al derecho internacional y a las convenciones de asilo político, como la Convención de Viena y la Convención de Caracas.
Bárcena también destacó la importancia de recurrir a procedimientos pacíficos para resolver disputas diplomáticas, haciendo referencia a la carta de la ONU y al Pacto de Bogotá.
El conflicto se desencadenó cuando las fuerzas de policía ecuatorianas irrumpieron en la embajada mexicana en un intento de capturar a Glas, quien se había refugiado allí solicitando asilo político. Este acto provocó la indignación del gobierno mexicano, que suspendió de inmediato los servicios y relaciones consulares con Ecuador, cerrando la embajada de forma indefinida.
La respuesta internacional no se hizo esperar, con la condena enérgica de numerosos países latinoamericanos y europeos, así como de varios organismos multilaterales. México recibió un amplio respaldo por parte de la comunidad internacional, lo que evidenció la gravedad del incidente y la solidaridad regional ante el respeto a las normas diplomáticas y los derechos humanos.
Además de la presentación del informe ante la ONU, México ha tomado otras medidas significativas, como la preparación de una denuncia ante la Corte Internacional de Justicia y el ofrecimiento de servicios consulares a sus ciudadanos y empresas en Ecuador a través de embajadas en países vecinos.
Por su parte, Ecuador enfrenta una creciente presión tanto a nivel nacional como internacional, con la ruptura de relaciones diplomáticas por parte de México y Nicaragua, así como la solicitud de medidas cautelares en favor de Glas por parte del presidente colombiano, Gustavo Petro.
En medio de este tenso escenario, queda por ver cómo se desarrollarán los próximos pasos y si se logrará encontrar una solución diplomática que respete los principios del derecho internacional y los derechos fundamentales de las personas involucradas.