
A siete años de la Cuarta Transformación, México avanza con mayor bienestar: Sheinbaum
diciembre 1, 2025La oposición mata
Por: José García Sánchez
La oposición como generadora de violencia
El principal problema de México no es la inseguridad, sino la oposición. Es un peligro para el país porque genera violencia, odio, agresividad y falta de seguridad.
Los últimos acontecimientos que pretenden definir a México como un país violento fueron provocados, con premeditación, alevosía y ventaja, por la propia oposición.
Si se comprueba que entre los asesinos del presidente municipal de Uruapan estaba Silvano Aureoles, la participación opositora confirmaría que ellos son quienes convierten a México en un lugar violento.
Cómo los medios crean la percepción de inseguridad
Los medios han convertido en sinónimos la violencia y la delincuencia. Además, fusionan la delincuencia organizada con la delincuencia común, generando confusión en la población.
Una de las expresiones más sonadas de violencia fue la marcha del 15 de noviembre. Sus manipuladores están identificados y considerados generadores de violencia, lo cual implica destitución y cárcel.
Entre sus promotores hay personajes como Alejandro Moreno, Mauricio Tabe y Alessandra Rojo, políticos que ni siquiera pasarían un examen antidoping.
Una marcha para exportar una imagen falsa de México
La máquina de propaganda se activó durante esa marcha con el objetivo de exportar imágenes que sugieran que el país enfrenta una crisis profunda y que el gobierno no hace nada para evitarlo.
Los organizadores, muy cercanos al fascismo y a la intervención extranjera, buscaban represión para obtener pretextos ante organismos internacionales y así amonestar al gobierno.
No lo lograron.
Uno de los políticos más corruptos de la historia reciente del país, Alejandro Moreno, adaptó oficinas —hipotecadas porque el dinero termina en manos de sus colaboradores— como bufetes de “asesoría gratuita” para los detenidos. Incluso abrió otras junto a panistas, creando más bufetes que detenidos.
Cierres de carreteras y manipulación empresarial
Otro escándalo para generar alarma internacional fueron los cierres de carreteras, aduanas y caminos en varios estados.
La Asociación Nacional de Transportistas, cuyos dirigentes representan empresas evasoras como Bimbo, Barcel, Lala, Cemex, Femsa, Coca-Cola, Oxxo y Pepsi, encabezó estas acciones.
Es absurdo que transportistas luchen por precios de garantía cuando los campesinos están en negociaciones sobre el mismo tema.
La oposición manipula la inseguridad y los medios la reproducen con entusiasmo.
Reforma al agua: intereses afectados
Otro motivo de “inquietud” es la reforma a la Ley del Agua, actualmente en debate parlamentario.
Su modificación afecta a caciques panistas y a propietarios de concesiones conocidas por su deshonestidad, como Marko Cortés, Vicente Fox, los LeBarón y varios exgobernadores del PAN y del PRI.
La CNTE y el mundial como moneda de presión
La Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación mantiene abiertas las negociaciones, pero continúa tomando espacios públicos, calles y carreteras.
Junto con transportistas manipulados, amenazan con obstaculizar el Mundial de Futbol que se realizará en México. Esto les da un aparador para desgastar al gobierno, mientras sus supuestas demandas quedan en segundo plano.
El mundial inicia el 11 de junio. Transportistas, acaparadores del agua y miembros de la CNTE podrían mantener siete meses cerradas arterias vitales del país.
Lo harían por órdenes de quienes no quieren pagar impuestos y buscan un régimen que les perdone sus deudas con el fisco, deudas contraídas con todos los mexicanos.
La estrategia opositora: violencia para ganar lo que no obtienen en urnas
El verdadero problema del país es una oposición sin fuerza en el Congreso ni en las urnas.
Al no ganar en procesos democráticos, intenta obtener espacios mediante la violencia. Acusa esa misma violencia como excusa para exigir cambios de gobierno.
La oposición es un membrete con fuerza artificial otorgada por los medios. La complicidad entre ellos crea un mito que, amplificado por los reflectores, pareciera real aunque no lo sea.


