Ken Salazar, embajador de EEUU en México, instó a fortalecer la cooperación binacional para mejorar la seguridad.
En el marco de una conferencia celebrada en esta ciudad fronteriza, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, destacó la importancia de fortalecer la cooperación binacional para garantizar la seguridad y prosperidad en la región fronteriza entre ambos países.
Ken Salazar identificó a la zona CaliBaja, que abarca California y Baja California, como “el corazón palpitante de la relación económica más dinámica del mundo”, subrayando su relevancia en el desarrollo económico y social de ambas naciones.
Durante su intervención, el embajador presentó una estrategia que busca modernizar la frontera compartida, enfocándose en convertirla en un modelo de seguridad, eficiencia y resiliencia ante los retos del siglo XXI. En este contexto, delineó cuatro áreas prioritarias para consolidar este objetivo:
Salazar señaló que el combate al tráfico de armas, drogas y personas debe ir de la mano con la facilitación del comercio legal. Propuso la implementación de tecnología de punta y operaciones conjuntas entre ambos países para fortalecer la seguridad y garantizar un flujo eficiente de bienes y personas.
El embajador destacó el puerto de entrada Otay Mesa II como un ejemplo de colaboración exitosa entre México y Estados Unidos. Proyectos como este, afirmó, demuestran que la sincronización en políticas y procesos fronterizos es esencial para evitar retrasos y maximizar el impacto de las inversiones.
Salazar destacó el modelo del Cross Border Xpress (CBX), un puente transfronterizo que conecta Tijuana con San Diego, como un referente de infraestructura que promueve la integración binacional. Sugirió replicar este tipo de innovaciones en otras áreas clave para optimizar la experiencia fronteriza.
Reconociendo el papel estratégico del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), el embajador llamó a desarrollar infraestructura moderna que responda al crecimiento comercial de la región. Este esfuerzo, indicó, requiere inversiones significativas para aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece el tratado.
Con una visión clara, Salazar subrayó que el futuro de la frontera no solo está en garantizar la seguridad, sino también en transformarla en un motor de desarrollo económico y social.
La región de CaliBaja, concluyó, se posiciona como un modelo para enfrentar los desafíos del siglo XXI, promoviendo una integración más profunda entre México y Estados Unidos mientras se capitalizan las ventajas competitivas de América del Norte.
Este compromiso compartido promete un nuevo horizonte de cooperación binacional, en el que la seguridad, la innovación y la sostenibilidad impulsarán el bienestar de las comunidades en ambos lados de la frontera.