Por Marco I. Dávila C. | Email: [email protected] | Facebook: Ixtli Amoxtli | Instagram: @xmiraza | X: @pormiraza1
Estados Unidos (EEUU) cuenta con la economía más grande del mundo. Tiene capacidad para enviar naves no tripuladas al espacio capaces de pegarse a un asteroide y regresar a la Tierra con pedazos de asteroide. La vacuna contra el Covid-19 fue elaborada en menos de un año. La inteligencia artificial se está desarrollando a pasos muy acelerados y ya se debate sobre si algún día la inteligencia artificial podría “revelarse” contra la humanidad. Las fuerzas armadas de los EEUU reciben más fondos que cualquier otras fuerzas armadas en el planeta y tienen bases militares prácticamente por todos los rincones del mundo. Ah, pero ordenar la inmigración, ¿eso les parece demasiado “complejo”?
EEUU por supuesto que tiene el poder, la imaginación y la capacidad, pero pareciera que aún no tiene ganas de reformar su sistema de inmigración. Y es que está claro que si EEUU quisiera arreglar el problema desde su raíz ya lo habría hecho, tanto como poner orden en el número de personas que desean llegar a su territorio, como en la regularización de los que ya se encuentran dentro de su territorio. Y en general contar con un sistema migratorio moderno y eficiente.
Basta con voltear a ver al poder legislativo bipartidista, a los demócratas y a los republicanos, que se la pasan “analizando” el problema por encimita, para darnos cuenta que, en verdad, no quieren reformar su sistema migratorio a profundidad como debería de ser. Los republicanos creen que el problema se arregla con un muro y los demócratas (con algunas excepciones) hoy le dan la razón a su contraparte.
Estar atrapados en un torbellino sin salida pareciera funcionar muy bien para quienes de una forma u otra se han beneficiado de este desorden. Y parece que no importa que se torture inmigrantes en los centros de detención, no importa tener gente estancada y amontonada en albergues temporales por diversas ciudades de los EEUU, no importa que mueran inmigrantes en la frontera.
De cara a las elecciones de 2024, el tema de la inmigración se ha visto reducido a solo dos opciones, ambas malas por cierto:
1. Incompetencia pro inmigrante, opción que representa el partido demócrata.
2. Crueldad antiinmigrante, opción que representa el partido republicano.
¿Será que lo que importa es que ese viejo e inservible sistema deje ganancias? ¿Será posible que haya intereses muy poderosos que no quieren que las cosas cambien? ¿Será que a una minoría adinerada de EEUU le conviene que todo siga igual?
Lo cierto es que progresistas y conservadores seguirán encabronados ya que, al momento, por parte de los encargados de hacer las leyes, en cuanto al tema de la inmigración, el plan es que no hay plan.