“Decir ‘por el bien de todos primero los pobres’ no es un eslogan de campaña, es el principal principio de política económica para lograr el desarrollo y bienestar del país”, así lo expone la funcionaria Luz Elena González Escobar.
En el artículo publicado en el diario El Financiero, Luz Elena González Escobar, Secretaria de Administración y Finanzas de la Ciudad de México, desafía las concepciones arraigadas del neoliberalismo, destacando los éxitos y la nueva visión propuesta por el Humanismo Mexicano liderado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Bajo el título “El humanismo mexicano y el derrumbe de mitos económicos”, González Escobar desmantela los mitos que han definido la ortodoxia económica durante décadas en México.
“Los buenos resultados en la economía mexicana están rompiendo con los mitos que, durante más de tres décadas y media, habían sido aceptados como “verdaderos e inapelables” por parte del mainstream económico”, expone.
“En México, un partido o el otro acabaron siempre aplicando las mismas recetas; esta continuidad dogmática, mantuvo en la pobreza a millones de mexicanos hasta que llegó el gobierno del presidente López Obrador, que con su “humanismo mexicano” poniendo en el centro de la política económica a las personas, hizo que los mitos uno a uno comenzaran a derrumbarse.
El primer mito abordado por González Escobar es la creencia de que “incrementar por decreto el salario mínimo genera inflación y desempleo”.
Contrario a estas afirmaciones, destaca que durante el primer Gobierno de la Transformación, el salario se ha recuperado en términos reales en un impresionante 111.5%. Además, se generó la mayor creación de empleo registrada, y la inflación anual se mantiene en un modesto 4.3% hasta noviembre de 2023.
“El gobierno de México rompió ese dogmatismo y en el 2020 volvió a aumentar el salario en 20 por ciento; en el 2021, 15 por ciento; en el 2022, 22 por ciento; en el 2023, 20 por ciento, y para 2024 se volverá a aumentar en 20 por ciento. Hablamos de una recuperación real de 111.5 por ciento en el primer sexenio de la transformación”, relata.
En el segundo mito, señala que “el control de la inflación aumenta el desempleo”, refutando la creencia neoliberal de que la estabilidad de precios conduce inevitablemente a la pérdida de empleos. Por el contrario, destaca que México está experimentando un récord en la creación de empleos formales, superando los 22 millones de personas trabajadoras registradas ante el IMSS.
El tercer mito desafiado es la noción de que “para distribuir el ingreso primero hay que crecer”. En lugar de seguir este dogma neoliberal, el Humanismo Mexicano propone que “el mejor reparto de la riqueza empuja el crecimiento”.
“Para distribuir el ingreso primero hay que crecer. Lo que se demostró en este quinquenio es que el mejor reparto de la riqueza empuja el crecimiento, porque la masa salarial y el consumo crecen. Quiero decir, la vieja idea del “goteo” (primero hacer muy ricos a los ricos, para que luego se distribuya) es igualmente falsa: para crecer hay que redistribuir desde el principio”.
González Escobar sostiene que el crecimiento económico debe ir de la mano con una distribución equitativa desde el principio.
La cuarta creencia desacreditada es que “el incremento de programas sociales provocaría que las personas tuvieran incentivos para dejar de trabajar”. La Secretaria argumenta que, a pesar del aumento del gasto social con respecto al PIB, esto ha tenido un efecto positivo en el consumo privado y no ha afectado el crecimiento del empleo.
Finalmente, la quinta falacia desmontada es que “la inversión privada y las utilidades se contraponen con una mejor distribución del ingreso”. González Escobar destaca que la aplicación de políticas económicas de izquierda, centradas en la justicia social, no ha ahuyentado las inversiones externas; por el contrario, se ha observado un aumento en la inversión privada.
Concluye enfatizando que la máxima “por el bien de todos, primero los pobres” no es simplemente un eslogan de campaña, sino el principio rector de la política económica del Humanismo Mexicano. Asegura que esta visión sigue los pasos del cardenismo al defender a aquellos que menos tienen y busca el desarrollo y bienestar del país.
El Humanismo Mexicano, según González Escobar, ha roto con los viejos paradigmas del neoliberalismo, abriendo paso a una nueva era de políticas económicas en México.