En un acto de justicia social, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció la restitución de tierras a comunidades indígenas rarámuris de la Sierra Tarahumara, en Chihuahua.
Este hecho se oficializó mediante la firma de dos decretos que benefician directamente a las comunidades de Guasachique y Bosques de San Elías Repechique.
“El día de hoy es un día histórico, porque estamos regresando tierras, territorio a quien le pertenece”, declaró Sheinbaum en su discurso frente a hombres y mujeres de los pueblos originarios de la región. La mandataria subrayó que este acto responde a la esencia de la Cuarta Transformación: la justicia social.
El primer decreto garantiza el resarcimiento, restitución y título de 1,485 hectáreas como propiedad comunal tradicional a la comunidad de Guasachique.
El segundo decreto otorga 693 hectáreas como propiedad comunal tradicional a favor de Bosques de San Elías Repechique.
“La justicia es una palabra muy profunda. Que no se abandone nunca más a los pueblos originarios, que no se despoje nunca más de su tierra a los pueblos originarios, sino que se resarza lo que históricamente se les ha quitado”, enfatizó Sheinbaum.
Durante el evento, la presidenta destacó que los Planes de Justicia buscan consolidar el trabajo conjunto entre las comunidades indígenas y el Gobierno de México. Además, reconoció el papel esencial de los pueblos originarios como la raíz profunda de la identidad mexicana.
“La dignidad profunda del pueblo de México se encuentra en la Sierra Tarahumara y en cada lugar donde existe un pueblo originario”, puntualizó.
Sheinbaum también anunció que los Planes de Justicia y Desarrollo Integral continuarán en Chihuahua. Entre las acciones destacó la construcción de carreteras y caminos artesanales en la Sierra Tarahumara, así como un camino especial que conectará Chihuahua con Sinaloa. Además, se asignarán recursos adicionales al programa La Escuela es Nuestra, a centros de salud y para atender demandas prioritarias de las comunidades rarámuris.
Este acto histórico reafirma el compromiso del Gobierno de México con el reconocimiento y la dignificación de los pueblos originarios del país como los rarámuris.