A la oposición, cada vez más disminuida, le gusta atacar a Gatell, porque así, al mismo tiempo, le pegan al médico especialista, golpean al ex presidente López Obrador, a Morena, y a la 4T y a la Presidenta Sheinbaum. 

Postigo / Por José García Sánchez

A la oposición, cada vez más disminuida, le gusta atacar a Gatell, porque así, al mismo tiempo, le pegan al médico especialista, golpean al ex presidente López Obrador, a Morena, y a la 4T y a la Presidenta Sheinbaum. 

Pero cuando el trabajo de este personaje desmiente, por sí solo, las mentiras que se soltaron a su alrededor, y muestra que lo reconocen en todo el mundo, a los opositores se les revierte la agresión hasta quedar más disminuidos que antes y a los comentócratas con menos credibilidad que el día anterior.

La oposición cayó en sus propias mentiras

La oposición terminó por creer sus propias mentiras, y sin haber estudiado un curso de primeros auxilios siquiera, determinó, como si fuera experta en epidemiología, que la actuación del Dr. Hugo López Gattel fue pésima y que hubieran muerto menos mexicanos con otra estrategia.

Si el PAN o el PRI estuvieran en el poder México estaría endeudado y con doble cantidad de muertos y varios nuevos ricos. Eso nadie lo duda. Medios y comentócratas resentidos pierden credibilidad ante este nombramiento, le llamaban Doctor Muerte, sin saber siquiera aplicar una inyección.

México es el único país del mundo donde opositores y comentaristas de noticias, analistas, columnistas de un día para otro amanecieron siendo especialistas en epidemias. Nadie los detenía encontrando errores en la manera de llevar a cabo la estrategia contra ese mal.

Así, con esa acusación algunos medios sin rigor profesional, descalifican el nombramiento de integrante del panel de expertos del Reglamento Sanitario Internacional de la Organización Mundial de la Salud por su actuación contra el Covid. La institución anteriormente había reconocido el esfuerzo de México, como uno de los países con una estrategia eficaz en el manejo de la pandemia.

Primero, los opositores dijeron que el protagonismo que tenía Gattel en tiempos de la pandemia se trataba de un manejo de imagen para convertirse en el jefe de gobierno de la Ciudad de México, lo cual no estaba en ningún momento contemplado ni siquiera por él.

Reconocimiento de OMS

Luego, se dijo que el mal manejo de la pandemia tuvo su origen en la obsesión que tenía Gattel por un cargo público. Es decir, la oposición en los medios convenciones, ponderó la propaganda contra la 4T a los logros de Gattel, por eso ahora dicen que el cargo otorgado a Gattel se da de manera unilateral. La ignorancia acerca de la manera en que alguien puede llegar a la OMS, es explicable, pero no justificable cuando hablan del tema sin saber.

De ninguna manera se trata del envío de un cónsul o embajador, donde el país que recibe al funcionario sólo debe dar su beneplácito, antes de que se instale, luego de un estudio sobre su personalidad y trayectoria, lo rechazan o reciben, la OMS es más exhaustiva en el proceso de aceptación, y no obedece a decisión o capricho de las autoridades mexicanas o extranjeras. 

A veces la aprobación tarda meses en la OMS y no siempre acepta a los que se proponen, en esta ocasión hubo éxito y se aceptó a Gattel por su capacidad y con gusto. No se trata de un cargo político, ni de una recomendación de amigos, como antes se hacía, sino de una persona que cubre el perfil y conoce su profesión. 

Han sido pocos los médicos mexicanos que han trabajado en la OMS a ese nivel, lo cual es motivo de humillación para la oposición y de orgullo para los verdaderos mexicanos.

¿López-Dóriga, qué?

El menos autorizado para hablar de las condiciones de salud del país es precisamente López Dóriga, quien cobró por varios años 600 mil pesos en cheques del IMSS, y nunca se dio cuenta de que esto afectaba a los niños con cáncer que tanto dice proteger.

Según datos ofrecidos por el Dr. Ángel Balderas, la 4 T recibió un sistema de salud en ruinas, con serios problemas como es el déficit de 210 mil médicos, 430 mil enfermeras, 250 mil camas de hospital, 400 hospitales abandonados, entre otras ruinas.

Durante la pandemia hubo medios en los que se atrevieron, quienes ahora le llaman Dr. Muerte a Gattel, a difundir imágenes de otros países donde los cadáveres estaban rodando de las ambulancias y depositándolos en la banqueta diciendo que era el Estado de México. El objetivo de informar había quedado muy lejos de la práctica de los medios en los que algunos todavía siguen confiando.

Doctor nivel John Hopkins

Así como no puede mentirse con cifras alucinantes, tampoco el gobierno de México puede falsear información. Si México dio a conocer un dato al mundo, ese dato es registrado y comprobado y,  porque estas cifras pueden salvar vidas en el futuro, por lo que es verificado, con precisión, por instancias internacionales como la universidad Oxford del Reino Unido o el Hospital John Hopkins, y otros centros de salud de prestigio mundial que son minuciosos en el conteo de víctimas por estos motivos.

Muchos niños, con cáncer o sin cáncer, pueden morir por difundir datos falsos sobre una pandemia acerca de la que nadie sabía nada antes de que afectara al mundo entero, a excepción de los especialistas en comentocracia de México, que, tratándose de golpear saben todo y lo que no saben lo inventan.

La mala intención de los medios convencionales, se combina con su falta de profesionalismo y la adopción de un nuevo giro, son partidos políticos, de derecha, desde luego, disfrazados de centros de noticias.