El derecho humano al agua es el punto central del acuerdo que firmaron hoy la presidenta de Mexho y las y los gobernadores de las 32 entidades federativas.
Una reunión que quedará marcada en la historia, porque más allá de apegos partidistas, se puso en el centro el agua como un derecho.
Este lunes 25 de noviembre, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, encabezó la firma del Acuerdo Nacional por el Derecho Humano al Agua en la alcaldía Xochimilco, Ciudad de México.
El evento reunió a los 32 gobernadores del país, representantes del gabinete y autoridades ambientales, consolidando un compromiso colectivo en favor del medio ambiente, especialmente en torno al acceso y manejo sostenible del agua.
El acto se llevó a cabo en el Parque Ecológico Xochimilco, un espacio rehabilitado durante la gestión de Sheinbaum como Jefa de Gobierno de la capital.
La firma del acuerdo destacó por la asistencia de gobernadores de todas las filiaciones políticas, incluyendo aquellos de oposición, en un esfuerzo conjunto que trasciende diferencias partidistas.
Alicia Bárcena, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), señaló la gravedad de la escasez del agua, que afecta a 35 millones de personas y compromete la sustentabilidad de 114 acuíferos. Bárcena subrayó la necesidad urgente de gestionar eficazmente el agua mediante su tratamiento, reuso y una distribución más equitativa, al tiempo que se impulsa la productividad agrícola e industrial.
El Programa Nacional Hídrico, vinculado al acuerdo, incluye la limpieza y restauración de los tres ríos más contaminados del país: Lerma-Santiago, Tula y Atoyac. Este proyecto abarca 12 estados y más de 100 municipios, implicando la remediación de cauces y la protección de bosques circundantes, en lo que Bárcena calificó como “una tarea titánica”.
Durante su intervención, la presidenta destacó la importancia de la unidad para enfrentar los desafíos ambientales:
“Agradezco a todos los gobernadores, especialmente a quienes no son parte de nuestro movimiento, por sumarse a este acuerdo por el derecho al agua y la sustentabilidad”.
El evento marcó un paso significativo hacia la protección del ciclo del agua en México, evidenciando que la crisis hídrica requiere soluciones colectivas y simultáneas en todo el territorio nacional.