Por Nicolás Alvarado @nicolasmexico
A propósito de la conmemoración y festejo del Día Internacional de los Trabajadores, que este año se hizo de manera virtual, se prestó para reflexionar sobre el avance en México de la democracia y la necesidad de consolidar este 2021 el contundente triunfo obtenido en las urnas en 2018, por la Coalición “Juntos Haremos Historia”.
“Convencer para vencer” decía Salvador Allende quien al frente de una amplia coalición política “Unidad Popular” fue la primera fuerza de izquierda que llegó por la vía electoral al poder.
El pueblo chileno se organizó y el 4 de septiembre de 1970, les dio la mayoría, apenas dos años después del movimiento estudiantil popular que cimbró la estructura de poder en México.
Vale la pena recordar esas gestas y no olvidar que los enemigos del pueblo cuando no tienen el poder y/o ven amenazados su poder y privilegios, se concentran en “serruchar el piso” a los gobiernos progresistas para lo cual no escatiman recursos ni alianzas, incluso con fuerzas externas.
El camino ganado en México para la transformación pacífica, mediante la 4aT y el voto masivo a favor del presidente Andrés Manuel López Obrador en 2018, se ha arraigado en el anhelo y el sueño largamente acariciado por generaciones de luchadores sociales.
Por ello es muy importante hacer conciencia de la necesidad de una férrea unidad para ganar contundentemente, en esta elección de 2021, la mayoría en la Cámara de Diputados, las gubernaturas, presidencias municipales y congresos locales.
Tenemos los Comités de Protagonistas del Cambio Verdadero, tenemos a los sectores obreros y campesinos, empresarios de todos tamaños, un vigoroso sector juvenil de estudiantes y trabajadores, mujeres, adultos mayores, artistas e intelectuales, todos sumados al sueño del cambio largamente acariciado por generaciones; tenemos la fuerza del pueblo.
Votar por Morena es imperativo para dejar muy clara la voluntad de cambio, reafirmar el apoyo al gobierno progresista popular del presidente López Obrador.
Así como mantenerse movilizados ante la consulta de agosto próximo para enjuiciar a los expresidentes y la revocación de mandato de 2022 que debe ser aplastante en favor de que el presidente continúe al frente del cambio verdadero.
Tener presente la constante precisión de que la fuerza del pueblo es el motor del avance de la Transformación nos debe mover a un activismo renovado en la familia, con los vecinos, amigos, compañeras y compañeros de la escuela y del trabajo.
Convencer a todos y a salir a las calles para, como dice Yeidckol Polevnsky, abrir conciencias y tocar corazones, nuestro país lo demanda y lo merece.
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