En el marco de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado contra Salvador Allende en Chile, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), calificó a Salvador Allende como un pacifista y condenó el Crimen abominable perpetrado por el entonces dictador chileno, Augusto Pinochet.

“Él no merecía ser tratado de esa manera. Aquel fue un crimen horrendo, la traición de Augusto Pinochet fue abominable, es una mancha que no se borra ni con toda el agua de los océanos”.

Desde Santiago de Chile, el presidente López Obrador manifestó su profundo respeto y admiración por Salvador Allende. Destacó que Allende es el líder extranjero al que más admira y al que más sentimientos le genera. 

“Es el que más sentimientos me genera. Un humanista, un hombre bueno, víctima de canallas”.

En su discurso, el presidente López Obrador hizo referencia a su propia formación académica, recordando que desde el primer semestre de sus estudios universitarios se enfrentó a la noticia del golpe de Estado en Chile. Durante sus clases pudo vislumbrar la posibilidad de lo que finalmente se concretó el 11 de septiembre de 1973.

Allende, figura que inspira

El presidente de México subrayó que Salvador Allende sigue siendo una figura que inspira y gobierna con su ejemplo. Recordó que en la época se decía que ser joven y no ser revolucionario era una contradicción, pero destacó que la revolución no necesariamente implica tomar las armas, y Allende eligió un camino diferente para buscar el cambio.

Acompañado por el presidente chileno Gabriel Boric, López Obrador elogió la figura de Allende y destacó las lecciones de humanismo, dignidad y democracia que el ex presidente chileno dejó como legado. 

En este contexto, el mandatario mexicano subrayó la importancia de despertar la conciencia cívica y promover un cambio de mentalidad en la sociedad, no solo de una minoría, como parte de la búsqueda de transformación.