El caso Casar aún no termina ni terminará mientras prevalezca la hipocresía y deshonestidad de los defensores de la influyente viuda María Amparo Casar. Aún cuando desde el principio quedó asentado que la muerte de su esposo fue un suicidio, ella tomó una pensión de 125 mil pesos mensuales. Un acto continuado de corrupción, pues desde hace 20 años estuvo recibiendo el pago, hasta que Pemex hizo público el fraude en que incurre la viuda y suspendió los pagos en febrero de 2024.
“Estamos enfrentando estas cosas que les molesta mucho a los abajo firmantes de los bloques de la intelectualidad y la academia. Pues era algo normal, todo era influencia, les molesta muchísimo, pero cómo se va a entregar una pensión vitalicia de 125 mil pesos mensuales más otros pagos de Presupuesto. Es a todas luces, deshonesto”.
Así lo expresó el presidente Andrés Manuel López Obrador al abordar nuevamente durante su conferencia mañanera, el caso de corrupción de la directora de la agrupación Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), organismo financiado por Claudio X González.
“Cómo es posible que no se enteró de que cometió fraude. Ya se investigó y se envió la carpeta a los familiares por la desgracia acontecida, la muerte del esposo. Cómo se olvidan tranquilamente de esas cosas”, cuestionó López Obrador.
“¿O sea, está permitida la corrupción siempre y cuando no nos cachen?”, cuestionó el mandatario nacional, resaltando con ello, la doble moral característica de la derecha y sus opositores.
El caso en cuestión no es nuevo. Se remonta al fatídico octubre de 2004, cuando el esposo de Casar, Carlos Fernando Márquez Padilla García, perdió la vida. Márquez ocupaba un puesto directivo en Petróleos Mexicanos (Pemex), y su fallecimiento fue inicialmente catalogado como un suicidio. Sin embargo, lo que siguió fue una serie de eventos que han llevado a cuestionamientos sobre los límites éticos y legales en el manejo de recursos públicos.
La controversia estalló cuando se reveló que Pemex otorgó a Casar una pensión vitalicia, un seguro de vida y otras prestaciones por un valor superior a los 48 millones de pesos. ¿La razón? La muerte de su esposo. Pero, ¿cómo se justifica semejante desembolso cuando desde el principio se había determinado que el fallecimiento fue un suicidio?
El presidente López Obrador no dudó en señalar la ironía de la situación. En la conferencia “mañanera”, criticó el enfoque de los opositores, quienes, en lugar de condenar el acto de corrupción en sí, se centraron en la divulgación de datos personales.
La investigación judicial que siguió al fallecimiento de Márquez, según el presidente, dejó claro desde el principio que se trataba de un suicidio. Sin embargo, esto no impidió que Pemex siguiera adelante con los pagos a Casar, como si se tratara de un accidente. Esta discrepancia entre la conclusión de la investigación y las acciones tomadas posteriormente deja en claro cómo a través del influyentismo la viuda Casar resultó beneficiada.
El mandatario no escatimó críticas hacia aquellos que han defendido a Casar, señalando que muchos de ellos son los mismos que se oponen vehementemente a políticas como la pensión para adultos mayores. Para López Obrador, esto refleja una mentalidad conservadora que privilegia ciertos privilegios mientras se critican otros.