Hace un par de días mi compañero recibió una llamada en donde una persona le decía “¡Ayúdame! me van a matar” y después un hombre de forma soez y violenta lo amenazaba “si no me depositas dinero me la voy a chingar”.
Mi compañero colgó el teléfono y de inmediato fue a buscarme al curso en el que estaba ese sábado por la mañana.
Ahí estaba yo, debatiendo con el capacitador porque el hombre estaba hablando mal del Presidente de la República.
¿A cuántos de nosotros no nos han querido extorsionar por teléfono? Hoy en día, muchos ni siquiera respondemos números que no conocemos, o el teléfono fijo lo tenemos desconectado.
El 99% de estos fraudes y delitos se realizan a través de tarjetas SIM desechables, que se compran junto a los cacahuates en la tienda de conveniencia.
Uno de esos chips cuesta sesenta pesos, y sesenta pesos es más que suficiente para arrebatarle la tranquilidad a una familia en menos de 1 minuto o para otorgar un enorme contexto de extorsión y criminalidad a la delincuencia organizada.
En abril de 2021 entró en vigor el Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (PANAUT), a partir del cual se busca tener un registro ordenado de los usuarios de telefonía móvil, entre otras cosas busca evitar los fraudes y delitos que se cometen desde los medios electrónicos.
La Cuarta Transformación de la vida pública de México, decidió poner a prueba a uno de los famosos órganos autónomos neoliberales, para saber si está a la altura del pueblo.
Conforme a la nueva legislación se otorgó al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) la facultad exclusiva de ejecutar el PANAUT.
La dependencia debe llevar a cabo un ajuste de gastos para que el PANAUT opere en el primer trimestre de 2021.
No obstante, se negaron. El argumento que utilizan los consejeros del IFT es que no ajustarán su costosa vida de burócratas dorados -viajes en jet, restaurantes de lujo, autos blindados, choferes, meseros, masajistas y ostentosos salarios- para cumplir con las funciones que les ha mandatado el pueblo.
Además del acto de desacato, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) presentó una controversia constitucional en contra del Padrón.
Sin embargo, una enorme contradicción ha crecido estos días. Los partidos de oposición han repetido como eslogan de campaña que el PANAUT de Andrés Manuel vulnera nuestros datos personales porque estarán en las manos de criminales que harán mal uso de la información.
¿Acaso la oposición no confían en el IFT? ¿Una burocracia tan cara no será capaz de guardar nuestros datos?
¿Esa afirmación significa que además de incapaces, los consejeros del IFT son corruptos? ¿Corrupción, en el inmaculado órgano autónomo del Instituto Federal de Telecomunicaciones?
En enero de este año, se debatía el futuro del IFT, es un órgano costoso, no aporta nada a la transformación de México ni mucho menos a la regulación para el uso y aprovechamiento del espectro radioeléctrico.
En 2013, otorgó sin condiciones el espectro digital a Televisa y otras empresas privadas. Desde su nacimiento ha perseguido a los medios de comunicación libres con particular violencia.
No olvidamos las innumerables desapariciones y asesinatos de comunicadores comunitarios que ocurrieron entre 2013 y 2017.
En ese momento, ni el día de hoy, les pareció adecuado modificar la Constitución para garantizar la plena inclusión de la comunicación comunitaria en el mercado de radiocomunicación.
En diciembre de 2020 y mayo de 2021, el Instituto Federal de Telecomunicaciones emitió una consulta para licitar el espectro de 6GHz sólo para la tecnología Wifi 6.
El Wifi 6 es una tecnología de patente americana de la compañía CISCO. Así que el IFT, no sólo dejó fuera a otras tecnologías, sino al propio Gobierno quien no tendrá la posibilidad de usar esa banda para conexiones de punto a punto o conexiones satelitales.
Entre pasillos se dice que los consejeros del IFT recibieron becas sociales de la embajada americana a cambio de la exclusión de otras tecnologías.
Tal parece que los consejeros se sienten muy presionados por los americanos, y decidieron asignar toda la banda de frecuencias 6GHz a una tecnología exclusiva de los Estados Unidos de Norteamérica.
Es muy apresurado asegurar que el IFT es una nueva filial de CISCO en México. No obstante, parece que la autonomía del IFT está en entredicho.
Incluso, ciertos funcionarios consejeros del IFT y ex empleados de CISCO presumen en twitter la asignación de la banda 6GHz a Wifi 6 como si fuera un logro político anti-4T.
Acaso ¿la empresa CISCO ha decidido entrar al ring de la política en contra del gobierno de la Cuarta Transformación de México?
Sería una pena que las empresas norteamericanas financien con becas sociales a una derecha que otorga concesiones de los bienes nacionales con métodos antidemocráticos.
La Cuarta Transformación de la vida pública de México, no está en contra de los empresarios, ni de la inversión extranjera.
Está en contra de proyectos que pretenden mantener a nuestra nación en la subordinación tecnológica; que buscan limitar el crecimiento económico, que atentan contra la seguridad nacional o que promueven el cierre a la libre competencia.
Ninguna de estas funciones distingue la actuación del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT). Al parecer los consejeros del IFT son peones de la derecha, y metieron a este organismo en la arena política del peor modo y en el peor momento.
Los ataques a nuestra soberanía son múltiples y en muchos frentes. El próximo 6 de junio vamos a desaparecer a la oposición, la cual claramente no aporta nada a México.
Pero después del 6 de junio, siguen las corruptas burocracias doradas. El IFT, el INAI y el INE tuvieron su oportunidad y la perdieron. No les bastó con enriquecerse a partir del pueblo, hoy trabajan como empleados de intereses económicos opositores al crecimiento y al desarrollo de nuestra Nación.
El frente de batalla está abierto.
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M21
1 Comment
Este 6 de junio tenemos la oportunidad de rematar a estas Instituciones que le dan hecho un daño a la democracia, a la sociedad a la soberanía a nuestro MÉXICO.
Demostremos de manera contundente como lo hicimos en 2018, que el que manda, es el pueblo que ama a su país.