Cualquier palabra, cualquier acción del presidente López Obrador es una oportunidad para que los opositores se lancen con toda su ruindad a atacar con insultos de una bajeza monumental.

Nuevamente toman de ariete a Jesús Ernesto, el hijo menor, quien apareció acompañando a su padre en un juego de béisbol. Sea cómo sea, sea quién sea, ningún menor debe ser molestado en su persona, en su dignidad. 

Lo peor es usar su imagen para soltar todo el odio al presidente de la República, para criticar su forma de ser como persona y de hacer política.

Ciertamente, López Obrador es poco ortodoxo, si se toman en cuenta lo regímenes del presidencialismo, de la sumisión y la hipocresía.

Es natural que haya oposición, es necesaria. Pero una oposición que se decanta en insultos, solo exhibe su falta de rumbo, de propuesta, en suma su falta de madurez y oficio político.

De manera clara y directa como él acostumbra, el documentalista Epigmenio Ibarra, entre otros personajes afines al gobierno de la Cuarta Transformación, se han volcado a defender a Jesús Ernesto.

“Muestra de nuevo su miseria la derecha conservadora. Cegada por el odio se empeña en otra campaña mezquina y sucia contra un joven de 15 años”, dice el productor y periodista en su cuenta de Twitter.

Por su parte, el canciller Marcelo Ebrard, en coincidencia con un tuit de su esposa Rosalinda Bueso, se solidariza en un abrazo al menor y a su familia.

“La agresión a los menores de edad propaga odio y hace sufrir a personas inocentes que no pueden defenderse por sí mismas. Describe a sus promotores y su miseria humana”.

En tanto, la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum señala que la agresión al hijo menor del presidente López Obrador retrata la pequeñez de quienes lo atacan.

El tiro por la culata

La oleada de mensajes en apoyo a Jesús Ernesto, a su madre la doctora Beatriz Gutiérrez y a su padre el presidente López Obrdor, es enorme. 

Y es que el bloque conservador y su manejadores de redes, parece no importarles atentar contra la imagen y la dignidad de una persona menor de edad.

Como tampoco parecen entender el efecto boomerang de sus mensajes. El tiro siempre sale por la culata.

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M21