Noruega, reconocida como el segundo mayor exportador de productos del mar a nivel mundial, se encuentra en la cima de la industria pesquera gracias a un protagonista inesperado: el bacalao del Atlántico.
Según datos recopilados por el Norwegian Seafood Council, tan sólo en noviembre de 2023, Noruega exportó un total de 8 mil 495 toneladas de bacalao seco, lo que representa un incremento del 33 por ciento en el valor de exportación en comparación con el mismo periodo del año anterior.
México, Nigeria e Italia destacaron como los mayores mercados para el pescado seco durante ese mes. En tanto, Brasil, Italia, Grecia y México absorben el 65% de las exportaciones de bacalao seco y salado proveniente de Noruega.
El bacalao, conocido científicamente como Gadus morhua y que agrupa cerca de 60 especies de peces, se ha convertido en el producto estrella de la industria pesquera noruega. Las variedades exportadas incluyen el bacalao común, Saithe, Brosmio y Ling, siendo esta última la más solicitada por el mercado mexicano.
La peculiaridad de la pesca del bacalao del Ártico, que se lleva a cabo principalmente entre enero y abril, cuando los peces desovan frente a las costas del norte de Noruega, ha contribuido a que este manjar mantenga su calidad superior.
La historia del bacalao del Ártico es, en realidad, la historia misma de Noruega, y su influencia en la economía y la gastronomía ha trascendido fronteras.
El bacalao, apodado el “oro blanco” de los vikingos, ha dejado una huella imborrable en la cultura culinaria mundial.
Los vikingos, ingeniosos en técnicas de pesca, preservación e intercambios mercantiles, utilizaron el bacalao como moneda de cambio durante sus expediciones marítimas. Más de 11,000 años después, este pescado sigue siendo un regalo a la gastronomía global, con millones de interpretaciones culinarias adaptadas por diversas culturas.
Aunque México, con una importación de 2 mil toneladas en 2022, no representa un mercado tan robusto como Dinamarca o Polonia, la presencia del bacalao noruego en las mesas mexicanas demuestra su creciente popularidad.
El “oro blanco” de los vikingos continúa conquistando paladares exigentes y deleitando a comensales en restaurantes de chefs de renombre mundial durante todo el año, consolidando al bacalao del Atlántico como un manjar universal y un motor económico para Noruega.