Entre el 13 y 15 de mayo de 1911 fueron asesinados 303 integrantes de la comunidad china de Torreón.
La historia cuenta cómo las calles de aquella ciudad del norte del país estaban cubiertas de cadáveres. Las fotografías revelan cómo los cuerpos inertes eran cargados en carretas.
“Lo que sucedió en 1911 se ha dado en llamar ‘el pequeño genocidio’. Fue una cosa terrible”, mencionó el presidente Andrés Manuel López Obrador, porque “como sucede en todo el mundo, la historia de los pueblos registra tiempos de esplendor y grandeza, así como momentos de oscuridad y vergüenza”.
A nombre del Estado mexicano, el primer mandatario ofreció disculpas este día en una ceremonia ante el embajador de la República Popular China en México, Zhu Qingqiao.
El compromiso dijo el Presidente no solo es reconocer el agravio sino asumir la responsabilidad de nunca repetir actos de xenofobia.
“No solo nos obliga a asumir nuestra responsabilidad y culpa, sino también a aceptar el compromiso con el pueblo y la República Popular de China de que el Estado mexicano no permitirá nunca más el racismo, la discriminación y la xenofobia”.
El gobierno siempre promoverá la igualdad, la diversidad cultural, la no violencia y la fraternidad universal, enfatizó el mandatario.
“Siempre vamos nosotros a reconocer estos actos de injusticia, de crueldad, de violación de derechos humanos y lo más importante de todo, porque no sólo es ofrecer perdón, sino obligarnos a que no se van a repetir esos actos”.
El primer mandatario entregó un árbol de la vida como muestra de fraternidad e integración de ambas culturas.
Asimismo, agradeció al gobierno de China el apoyo durante la pandemia de Covid-19.
“Hubo una respuesta rápida, fraterna y solidaria por parte del Gobierno Popular de China”, subrayó al recordar el abastecimiento de insumos y equipos médicos al inicio de la emergencia sanitaria, y recientemente con vacunas que permiten controlar la epidemia.
____
M21