El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), al referirse al triunfo electoral del Nuevo Frente Popular en Francia, aseveró que ni la derecha ni el conservadurismo tienen futuro.

“Aprovecho para felicitar a los dirigentes de la izquierda  y al pueblo francés por lo que sucedió ayer. Los pueblos del mundo son humanistas y progresistas, por eso la derecha, el conservadurismo no tiene futuro”.

Así lo declaró AMLO en su habitual conferencia de prensa en Palacio Nacional, al hacer alusión al triunfo electoral del Nuevo Frente Popular en Francia, que alcanzó la mayoría en la Asamblea Nacional, echando a un lado a la ultraderecha.

La victoria de la izquierda alcanza hasta 215 de los 277 diputados, lo cual es un alivio para una gran parte de Francia, según consideró tras el triunfo Jean-Luc Mèlenchon, líder de La Francia Insumisa, una de las agrupaciones que conforman el Nuevo Frente Popular.

López Obrador celebró este triunfo y aseveró que el triunfo de la derecha sólo podría darse cuando la izquierda y sus dirigentes estén mal, fuera de rumbo. Situación que consideró improbable, toda vez que los pueblos en todo el mundo están a favor de la fraternidad.

“Los pueblos en todo el mundo están a favor de la fraternidad, y de la libertad. Están a favor de la igualdad y ayer se demostró”. Por ello fue  la derrota de la derecha en Francia.

Ganó la izquierda

Según datos oficiales de los comicios legislativos en Francia, el Nuevo Frente Popular que integran los partidos de izquierda encabeza con 215 diputados a las fuerzas políticas representadas en la Asamblea Nacional.

De acuerdo con el Ministerio del Interior, detrás del bloque de insumisos, socialistas, ecologistas y comunistas se sitúa en la Cámara baja el oficialista Juntos, formado por el partido gobernante Renacimiento y sus aliados, con 166 escaños. Más lejos aún de la mayoría absoluta, fijada en 289 de los 577 curules en el Palacio Borbón.

Relegada a la tercera plaza quedó en el hemiciclo Agrupación Nacional (RN), organización identificada con la extrema derecha gala que alcanzó 143 diputados, muchos menos de los que aspiraba a conseguir para gobernar el país europeo.