¿A ver Joaquín, dinos dónde está la oposición?: en Babia, Sr. Presidente
Vivimos tiempos interesantes, aseguró el presidente Andrés Manuel López Obrador: “no podemos quejarnos de que nos aburrimos”.
Esto porque el periodista Joaquín López-Dóriga, en una de sus columnas de opinión, cuestionó el papel de la oposición frente al arrastre del Primer Mandatario.
“Es una editorial en donde él habla de que dónde está la oposición, o sea, es como llamándoles la atención, avisándoles, o sea, diciéndoles”.
Resaltó el Presidente, pero aclaró el análisis no significa la exaltación al quehacer del periodista, sino sólo reconocer que hay cambios notorios.
“Lo de López-Dóriga, porque es interesante. No porque ahora esté haciendo este análisis significa que ya vamos nosotros a exaltarlo, pero sí reconocemos que hay un cambio y, repito, es de sabios cambiar de opinión”.
Es que el periodista en su comentario editorial del miércoles 19 de enero pasado, donde sitúa a “la oposición en Babia o más allá de Babia”.
Y destaca “dos factores, dos factores políticos que sostienen la fuerza del presidente López Obrador: Uno propio, su arrastre, con la fidelidad de sus seguidores, respaldada por sus programas sociales. Y otro externo, que es la ausencia de una oposición real”.
Ante ello, el Primer Mandatario se limitó a usar la expresión coloquial: “tómala”.
Vaya, no es para menos, porque Joaquín López-Dóriga con toda claridad describe el lugar que ocupa la oposición frente al Presidente López Obrador y a Morena, el partido que ha arrasado en las elecciones.
Oposición pequeña y limitada
Palabras más, palabras menos, López-Dóriga hizo una descripción rotunda:
“Y pregunto: ¿y dónde está la oposición? Pues lo que queda de ella debe andar en algún lugar, le decía, cercano a Babia o más allá. Con sus mismas limitaciones y miserias, más ocupada en atender sus proyectos personales y de grupo que los de su militancia y su rol opositor”.
“Desde esa pequeñez la oposición quiere ahora reivindicar el resultado de las elecciones de junio pasado en la Ciudad de México, que ni ellos previeron, victoria que atribuyen a ellos, a su alianza, a los partidos y no a la capacidad decisoria de la sociedad.
“Es decir, fueron ellos, los partidos, no los ciudadanos, los votantes y olvidan, olvidan, en este distractor, el desastre de las elecciones estatales en las que Morena arrasó”.
Así o más claro.
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M21
