Los animales prehistóricos gritaban para mostrar músculo, atemorizar y comerse a sus presas. EU tuvo atemorizado al mundo, ya no.
Los animales de la prehistoria tenían que gritar y mostrar músculo para atemorizar para comerse a sus presas. EU tuvo atemorizado al mundo, ya no.
Así como para algunos animales poco domesticados la fuerza bruta es lo que le otorga la sobrevivencia, así Trump considera que a la cultura nada tiene que ver con la hegemonía y la fuerza de un país. Los animales de la prehistoria tenían que gritar y mostrar músculo para atemorizar, en primer lugar y poderse comer sus presas en segundo término. Estados Unidos (EU) tuvo atemorizado al mundo, ya no.
Desde luego es un migrante ignorante, con padres, abuelos de poca educación, y no alcanza a percibir la bondad política dentro y fuera del cualquier país, de la cultura.
México tiene infinidad de cultura y culturas. Puede advertirse un infinito número de expresiones de nuestros antepasados, así como de los artistas contemporáneos, cuyas obras y pensamiento han ilustrado al mundo y otorgado trascendencia a México.
Ahora el egresado de bachillerato trunco, decide que su país debe salir de la Unesco, no es sorpresa, ya se había tardado. En términos reales nadie lo va a extrañar, su aportación es muy pobre en todos los sentidos.
La medida, según la Casa Blanca de EU, responde a que la participación del país “ya no contribuye a sus intereses nacionales”. En realidad, se trata de una venganza porque la Unesco aceptó como miembro a Palestina, país con expresiones artísticas de gran trascendencia, y, sobre todo, valor, en el más amplio sentido de la palabra. Extraordinario artistas palestinos han marcado el rumbo del arte, dentro y fuera de su país, conocí a Burhan Karkutli, un pintor que hacía de cada trazo un disparo de estética y cada obra una batalla a la barbarie.
Los gobiernos del pasado dedicaban buena parte de sus recursos, tiempo, personal en convencer a los mexicanos que lo proveniente de EU, desde las series de televisión hasta la aspirina era lo mejor del mundo.
La pleitesía hacia EU era tan grande que los presidentes de México estaban en la nómica de la CIA, es decir informaban a la agencia de espionaje sobre los planes de los países hermanos de América Latina.
Gustavo Días Ordaz, Luis Echeverría, José López Portillo, Adolfo López Mateos, sirvieron con lealtad a los juegos sucios de la política de la época. Tanto fue la insistencia para demostrar que Estados Unidos, comparado con México, era un imperio al que debería honrarse y obedecerse, que terminó por convencer a muchos mexicanos. Desde luego los más convencidos y con mayor facilidad para manipular, fueron los habitantes de los países del norte de México, que estaban frente al aparador que convocaba a traicionar a la patria e invitaba a sentir vergüenza de ser mexicanos. Ahora los tiempos cambian radicalmente.
Las contradicciones de Trump en su idea de lo que debe ser y pensar el presidente de del país autodenominado el más fuerte del mundo, desenmascaran los mitos de esa falsa afirmación.
La abundancia que intentó ser parte de un sueño, de una vida ideal, pasó a ser otro mito, porque en ese país la pobreza, el desempleo, la gente en condición de calle, los adictos, los sin hogar, aumentan todos los días-
Por muchos años, desde la llegada del comandante Hugo Chávez a la presidencia de Venezuela, la prensa estadounidense, impulsada por el Departamento de Estado, inició una campaña de desprestigio contra ese país, donde el bloqueo y otras medidas instrumentadas por la Casa Blanca, provocaron una inflación sin precedente de la que todavía no se recupera del todo, entre la información que supuestamente llegaba del país sudamericano hubo fotografías de supermercados con los anaqueles vacíos, mendigos comiendo en las calles, gente viviendo en la banqueta, niños buscando alimento en la basura, muchas de esas imágenes eran distorsionadas por agencias de noticias.
Esas mismas imágenes, sin alterar, reflejan la vida cotidiana de millones de estadounidenses, para quienes no hay productos en las tiendas, ni mercancías en los supermercados y el empleo es derrotado por la inflación y la pésima administración pública que padece desde hace muchos años, prácticamente desde el primer periodo de Trump, quien junto al tristemente célebre Joseph McCarthy es de izquierda, por su fanatismo conservador y su obsesión por el fascismo.
Trump no sólo tiene su propia cosmogonía delirante sino su mundo particular donde la alucinación acude puntualmente a narrar su visión sobre México, donde asegura que hay un control total de los cárteles del narcotráfico y que el gobierno y pueblo están aterrorizados.
Ante esta delirante propuesta por una propaganda impulsada por un rancio anticomunismo estadounidense, la oposición mexicana prefiere apoyar el paroxismo sicópata antes que el derecho internacional cuya violación ofende a su país.
Esa oposición mexicana que sigue pensando que Estados Unidos es un imperio donde lo mejor sucede en su territorio, desea que Trump bendiga a nuestro país con una invasión militar para que regrese, de facto, a los conservadores el mando del país.