Al tibio apoyo de la oposición a desacreditar la elección al Poder judicial se suman las consignas absurdas que caracterizan la posturas de la derecha

El gran perdedor de la elección del Poder Judicial fueron los organismos que contribuyeron, supuestamente de manera imparcial a la realización de este proceso histórico.

Postigo. Por José García Sánchez
La complejidad que colocaba a los electores frente a un reto no pudieron compartirla las autoridades electorales ni supieron cómo capacitar a los ciudadanos para participar en esta elección sin precedente.

La tarea no era fácil, pero se deslumbraron ante tantas actividades previas a la jornada electoral que prefirieron sortearlas antes que realizarlas tuvieron sus consecuencias.

Al tibio apoyo de la oposición a desacreditar la elección al Poder judicial sea apoyada por la oposición, se suma a las consignas absurdas que caracterizan la posturas de la derecha, donde todo lo que apoya la oposición está fuera de al ley. Así, si la disidencia irresponsable apoya la cancelación de las elecciones quiere decir que se trata de una bala de salva, una alarma sin peligro, un delito sin evidencias, una acusación sin sustento.
Las posiciones de la oposición y la forma de plantearlas han tumbado sus propios objetivos, porque la manera tan reiterada de exigir, de quejarse, de demandar, de denunciar, de exhibir los exhibe a ellos como la judicialización de la política donde parecieran desenvolverse mejor que en tribuna parlamentaria.

¿Quién es el responsable?

No hay actividad del gobierno que no implique una queja de la oposición y si ésta quiere anular la elección del Poder Judicial es que seguramente se trata de una necedad más de los resentidos.
El INE y el Tribunal electoral debieron ser más responsables, ahora se han quedado sin credibilidad. Desde todos los ángulos políticos el INE y las OPLEs estuvieron en medio del debate que terminaron por desgastarse ante la posibilidad de que todos, en su momento, fueron vencedores. Ahora no hay legitimidad para nadie, ni para ellos.
El Organismo Público Local Electoral de Veracruz, no supo llevar a cabo una responsabilidad para que estuvieron preparándose desde meses antes, hay serias dudas en los resultados de algunos municipios, entre los que destacan Emiliano Zapata y Perote, donde supuestamente ganó la alcaldía, quien fuera el tesorero de campaña y amigo inseparable de aquel candidato de la guerra sucia llamado Pepe Yunes, quien a pesar de mandar a elaborar encuestas a sus favor perdió por 28 puntos de ventaja.

¿Qué pasó?

Se responsabiliza a los consejeros del OPLE Veracruz de conflictos de interés que salen a relucir con los resultados. Por ejemplo, el esposo de una consejera gana la postulación, y así amigos, familiares, asesores y compadres de los consejeros se vieron beneficiados de maniobras poco transparentes que generaron que ganaran sus candidatos.
Por su parte, el pleno del INE canceló algunas candidaturas a jueces y magistrados que se sometieron al proceso de elección. De acuerdo con los consejeros, los aspirantes no reúnen los requisitos para competir por dichos puestos y aún así lo hicieron.

La consejera Carla Humphrey señaló dijo que encontraron poco más de una treintena de casos, en las que se falsificaron documentos o no tenían las calificaciones que aseguraron decir.

La oposición ve cercana la posibilidad de anular la elección del Poder Judicial, no sólo en Veracruz sino en todo el país. Eso significaría un triunfo luego de una serie interminable de derrotas. Pero no pierde ante el partido en el poder ni derrota al populismo que califican de dañino sino que doblan a una institución a la que meses atrás defendía a sangre y fuego.

La derecha pugna por un triunfo del que no podrá sentirse orgulloso ni difundir todo lo que quisiera, porque no habría nadie que legitimara sus avances o retrocesos .

Así, si el PAN dice avanzar en Veracruz, debe tener como testigo de calidad al INE, institución que ahora descalifica y quiere anular ante la posibilidad de echar abajo la elección de una transformación que es ley y lo más grave que puede suceder es que la elección se repita, y eso o en todo el país sino en casillas donde las anomalías sean evidentes.
La oposición, para variar, está entrampada y su condición minoritaria y frágil la mantiene vulnerable no sólo callada sino dispuesta a negociar a cualquier costo su sobrevivencia , situación que no haría en circunstancias normales.

S bien perdió credibilidad el INE y el Tribunal electoral, el deterioro no es tanto como para refundarse o renovarse con urgencia; sin embargo, las derrotas consecutivas de la oposición obligan a hacer todo lo posible por abrirse a negociaciones, dentro y fuera de la ley, y para eso necesita al que ahora descalifica y segura tener contra las cuerdas.