Más que béisbol, Fernando Valenzuela, es el pitcher que unió sus mundos. Hoy la afición ondea las banderas para honrar la memoria del gran Valenzuela fallecido este 22 de octubre.
Nacido en Sonora el primero de noviembre de 1960, Fernando Valenzuela, el legendario pitcher mexicano, falleció el 22 de octubre de 2024, pero su legado va mucho más allá del béisbol.
Valenzuela no solo se destacó por sus hazañas en el montículo, sino también por haber reconciliado a la comunidad latina con el equipo de los Dodgers de Los Ángeles.
En los años 50, el desalojo de familias mexicanas en Chávez Ravine para construir el Dodger Stadium dejó una herida profunda en la comunidad latina de Los Ángeles. Décadas más tarde, Valenzuela llegó a ese mismo estadio para cambiar la narrativa. En 1981, a los 20 años, este joven lanzador debutó con los Dodgers, logrando un éxito inmediato que desató la famosa “Fernandomanía”. Ganó sus primeros ocho juegos consecutivos, cinco de ellos por blanqueada, y terminó esa temporada recortada por huelga con un récord de 13-7 y un promedio de carreras limpias de 2.48.
Ese mismo año, Fernando Valenzuela hizo historia al convertirse en el primer jugador en ganar el premio Cy Young y el de Novato del Año en la misma temporada en la Liga Nacional. Su talento no solo llevó a los Dodgers a un campeonato, sino que también ayudó a sanar las heridas de Chávez Ravine, devolviendo a la comunidad mexicana un sentido de orgullo y pertenencia.
Valenzuela, considerado uno de los mejores pitchers bateadores de su era, acumuló diez jonrones en su carrera y fue una figura recurrente en los Juegos de Estrellas hasta 1986. Su historia se convirtió en un símbolo de unión para los latinos en Estados Unidos.
Hoy, los fanáticos ondean banderas mexicanas en el Dodger Stadium, recordando a Fernando Valenzuela como algo más que una leyenda del béisbol: el hombre que unió dos mundos. Su legado vivirá para siempre.