Claudia Sheinbaum, la primera mujer en llegar a la Presidencia de México, se ciñó hoy la banda tricolor, reconociendo la larga lucha de las mujeres.

En su discurso, tras recibir la banda presidencial, de manos de Andrés Manuel López Obrado, y ante un Congreso que colmó la sala de vítores, Sheinbaum Pardo, resaltó el simbolismo de llegar a la primera magistratura del país. 

Ceremonia histórica

En una histórica ceremonia celebrada este martes 1 de octubre de 2024  en el Congreso de la Unión, Claudia Sheinbaum Pardo se convirtió en la primera mujer en la historia de México en asumir la Presidencia de la República. 

La presidenta recibió la banda tricolor de manos de Andrés Manuel López Obrador, marcando el inicio de un nuevo capítulo en la política del país. Ante un Congreso lleno de emoción y vítores, Sheinbaum destacó en su discurso la importancia del simbolismo detrás de su llegada al poder, un logro que dedicó a todas las mujeres de México.

Con voz firme Sheinbaum reconoció  la larga lucha de las mujeres a lo largo de la historia. “El pueblo fue muy claro al decir este 2 de junio: es tiempo de transformación y es tiempo de mujeres”, proclamó la nueva mandataria, generando aplausos de pie por parte de los legisladores presentes. Con esta frase, reafirmó su compromiso con la equidad de género y la inclusión de todas las voces femeninas en la construcción del país.

En un mensaje profundamente emotivo, Sheinbaum recordó cómo las mujeres han sido invisibilizadas a lo largo de la historia, pero señaló que eso está cambiando. 

“Durante mucho tiempo las mujeres fuimos anuladas, nos contaron una versión de la historia que quería hacernos creer que era protagonizada únicamente por hombres”, dijo. Con este discurso, subrayó que las mujeres no solo han estado presentes en las grandes hazañas de México, sino que ahora también pueden llegar a ser presidentas.

Sheinbaum extendió una invitación para que a partir de ahora se utilice la palabra “presidenta” con “a” al final, en consonancia con términos como abogada, científica, soldada y otras profesiones tradicionalmente masculinas. “Solo lo que se nombra existe”, señaló, haciendo un llamado a visibilizar a las mujeres en todas las esferas.

Un tributo a las heroínas anónimas

La presidenta no solo homenajeó a las grandes heroínas de la patria, sino que también dedicó palabras a las heroínas anónimas que, desde diferentes trincheras, han contribuido a la lucha por la equidad. 

“Llegan las que pudieron alzar la voz y las que no lo hicieron; llegan las que han tenido que callar y luego gritaron a solas”, expresó Sheinbaum, evocando a mujeres de diversos ámbitos y orígenes, desde trabajadoras del hogar hasta mujeres indígenas. También mencionó a las madres, hermanas y amigas que han sido pilares de fortaleza y resistencia en las familias y comunidades.

En un pasaje conmovedor, Sheinbaum mencionó a las mujeres de generaciones anteriores que no tuvieron acceso a la educación o que enfrentaron barreras insuperables en su camino. “Llegan nuestras bisabuelas que no aprendieron a leer ni a escribir porque la escuela no era para niñas. Llegan nuestras madres que nos dieron la vida y después volvieron a dárnoslo todo”, señaló, en un homenaje a todas aquellas que allanaron el camino para que hoy, una mujer pueda ocupar la silla presidencial.

Compromiso de transformación y unidad

Sheinbaum dejó claro que su presidencia será para todas y todos los mexicanos, prometiendo gobernar con justicia, equidad y transparencia. “Soy madre, abuela, científica y mujer de fe. A partir de hoy, por voluntad del pueblo de México, la Presidenta Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos”, dijo, subrayando que pondrá su conocimiento y vida al servicio de la nación.

La ceremonia en San Lázaro fue también testigo de un momento emotivo cuando Ifigenia Martínez, presidenta de la Cámara de Diputados, visiblemente debilitada por su estado de salud, entregó la banda presidencial a Sheinbaum, con la ayuda de López Obrador y una cadete. Este acto simbólico selló la transición y consolidó la presidencia de Sheinbaum, quien prestó juramento poco después de las 11:30 de la mañana.

Con un llamado a la unidad, la presidenta concluyó su discurso pidiendo a la ciudadanía continuar con la transformación del país: “Tengan la certeza de que consolidaremos juntos y juntas un México cada día más próspero, libre, soberano y justo. No les voy a defraudar, les convocó a seguir haciendo historia”.