Con un tono de agradecimiento y satisfacción, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se despidió de la presidencia, afirmando que se va “con la conciencia tranquila, contento y con el orgullo de haber servido a un pueblo bueno, inteligente y trabajador”.
Subrayó la importancia del apoyo del pueblo mexicano en la construcción de lo que denominó la Cuarta Transformación (4T), un movimiento que, según él, ha sentado las bases para un cambio profundo en la nación.
El presidente también expresó su satisfacción por haber logrado avances significativos en la reducción de la pobreza y la desigualdad en el país.
Con optimismo y confianza anunció el futuro del país, al mencionar a Claudia Sheinbaum Pardo como su sucesora.
“Me voy tranquilo porque a quien entregaré la banda presidencial, por mandato del pueblo, es una mujer excepcional, experimentada, honesta y sobre todo de buenos sentimientos, de buen corazón, afín a los principios fundacionales de nuestro movimiento de transformación y auténtica defensora de la igualdad, de la libertad, de la justicia, de la democracia, de la soberanía: Claudia Sheinbaum Pardo”, afirmó.
En su despedida, AMLO también hizo un llamado a la continuidad del cambio y al fortalecimiento de los logros alcanzados durante su administración.
“Dejamos de manifiesto que el poder solo tiene sentido y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás. Pero aún con lo mucho que se ha logrado, todavía es notorio el atraso que padecemos por el largo y tormentoso periodo en que el gobierno estuvo en manos de oligarcas, insensibles que nunca se preocuparon por el bienestar del pueblo y solo se dedicaron a saquear e impedir el progreso con justicia de quienes nacimos, vivimos en este paraíso, llamado México”, enfatizó.
Finalmente, con un tono reflexivo, el presidente recordó a los presentes la importancia de valorar lo verdaderamente esencial en la vida.
“La felicidad no reside en el dinero, en las posesiones materiales, en los títulos ni en la fama ni en la búsqueda del poder por el poder. La felicidad es estar bien con uno mismo, con nuestra conciencia y con el prójimo”, concluyó, seguido de un sentido “¡Que viva el pueblo de México! ¡Viva México!”.
Así, entre aplausos y vítores, Andrés Manuel López Obrador cerró su ciclo como presidente, dejando un legado que, sin duda marca un antes y un después en la historia moderna de México.