Claudia Sheinbaum firmó este día el acuerdo por la paz propuesto por la Conferencia del Episcopado Mexicano. Pero lo hizo con un agregado donde expone sus diferencias respecto a la visión pesimista de la iglesia sobre el estado de ánimo de la ciudadanía y la percepción de seguridad.
En un acuerdo por la paz propuesto por la Conferencia del Episcopado, Sheinbaum firmó el documento, pero no sin agregar sus propias observaciones y diferencias respecto a lo que considera una “evaluación pesimista” de la situación.
La líder de la coalición “Sigamos haciendo historia” expresó su beneplácito por las coincidencias encontradas en el acuerdo, especialmente en la necesidad de superar visiones punitivas y avanzar hacia la construcción de la paz abordando sus raíces. Sin embargo, su firma fue acompañada por una aclaración, dejando constancia de que existen aspectos en los que no coincide con las afirmaciones y propuestas presentadas.
En un comunicado difundido a través de sus redes sociales, Sheinbaum compartió su visión en un documento titulado “Sigamos dialogando”, dirigido al Episcopado mexicano. En este documento, la política no solo expone sus discrepancias, sino que también respalda sus argumentos con datos concretos.
“Leí con mucha atención el texto emanado del “Diálogo Nacional por la Paz”, sus siete capítulos y sus 132 propuestas. Me congratula saber que tenemos coincidencias, sobre todo la de superar la visión punitiva de autoritarismos y decretos de guerra, y avanzar a una visión de construcción de la paz atendiendo las causas”, dijo la candidata de la coalición “Sigamos haciendo historia”.
Pero, agregó: “por honestidad y congruencia, firmé (…) en el entendido que hay una visión conjunta de construcción de la paz. Sin embargo, hay diversas afirmaciones y propuestas en las que no coincido y a la firma del presente debe anexarse el documento denominado: “Sigamos dialogando”, expuso Sheinbaum.
Sheinbaum les corrige la plana
Una de las principales áreas de desacuerdo es la percepción de la seguridad y el tejido social. Mientras el Episcopado habla de una “degradación acelerada”, Sheinbaum argumenta que la tendencia ha cambiado gracias a un nuevo enfoque basado en la justicia y la seguridad como fruto de la misma. Además, señala estadísticas que respaldan esta visión, como la disminución de homicidios dolosos durante su mandato en la Ciudad de México, así como las cifras de percepción de inseguridad proporcionadas por el INEGI.
Sheinbaum también refuta la noción de que no existen datos confiables en el Sistema Nacional de Seguridad, destacando la relevancia de este sistema y la necesidad de confiar en la información que proporciona.
El posicionamiento de Claudia Sheinbaum frente al acuerdo por la paz propuesto por el Episcopado Mexicano muestra una postura firme y fundamentada en datos concretos. Su disposición al diálogo y la colaboración se ve reflejada en su firma del acuerdo, aunque no sin dejar claras sus discrepancias y su compromiso de seguir dialogando para alcanzar una visión compartida de la paz en México.