En una ceremonia llevada a cabo el 4 de enero, Lenia Batres Guadarrama asumió oficialmente el cargo como ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

Recibió la toga y credencial que la certifican como miembro del máximo tribunal del país, ante ello el presidente Andrés Manuel López Obrador celebró la llegada de Batres, destacándola como “la ministra del pueblo” y elogiando sus principios y su compromiso con la justicia.

Durante la conferencia de prensa matutina del 5 de enero, el mandatario mexicano expresó su satisfacción por la integración de Batres a la SCJN, resaltando su incorruptibilidad y su firme defensa de la justicia. 

López Obrador hizo énfasis en la necesidad de reformar el Poder Judicial, reiterando críticas previas sobre la supuesta inacción de este poder del Estado.

“Celebro que ya se haya integrado a la SCJN. Es una mujer con principios e ideales de lucha, incorruptible, verdadera defensora de la justicia”, afirmó el presidente durante la rueda de prensa.

El líder del Ejecutivo también mencionó un incidente anterior a la designación de Batres como ministra, donde circuló un video en redes sociales mostrándola en un altercado con una vecina. 

La ministra sabe lo que pasa en las familias

López Obrador interpretó este episodio como una muestra de autenticidad, destacando que Batres no es parte de la élite y que comprende la realidad de las familias y la calle.

“Le sacaron a Lenia lo de un video, de un pleito de uno de sus hijos en una vecindad, y me dio mucho gusto porque muestra quien es Lenia: es una mamá, una ciudadana, una abogada que llega a la SCJN, que sabe lo que pasa en la calle, en las familias; no es de la élite, ya con eso vamos de gane”, afirmó el presidente.

Dura crítica

En su primer discurso como ministra de la SCJN, Lenia Batres no dudó en señalar que el Alto Tribunal está enfocado en cuestiones políticas en lugar de Derechos Humanos, sugiriendo que su llegada podría representar un cambio en la orientación de la Corte.

Finalmente, López Obrador reiteró su llamado a una reforma constitucional del Poder Judicial, proponiendo que el pueblo elija a jueces, magistrados y ministros para asegurar una mayor conexión con las necesidades de la sociedad. El presidente advirtió que, de no implementarse cambios, la situación actual persistirá.