México no consumirá maíz transgénico, reafirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
En su conferencia de prensa matutina de hoy, reiteró que el pueblo mexicano no consumirá maíz transgénico a pesar de las presiones ejercidas por los socios comerciales del T-MEC.
“Nosotros no vamos a permitir que se utilice maíz transgénico para la alimentación del pueblo de México, primero la salud”, dijo.
En respuesta a la reciente decisión de Estados Unidos, respaldada por Canadá, de llevar a cabo el tema del maíz modificado ante un panel internacional de litigio,
El mandatario informó que México acatará las resoluciones: “vamos a estar de acuerdo con la resolución que se emita. Una vez que presentemos pruebas y que se desahogue todo lo que queremos sobre este tema”.
Sobre el panel, el presidente destacó que esta reacción de los países vecinos se debe a que México tiene la intención de utilizar maíz genéticamente modificado únicamente como forraje animal.
Asimismo, dijo que ciertos empresarios y productores de maíz transgénico en Estados Unidos han estado influyendo en las campañas electorales de senadores y presidentes. Y ahora están exigiendo que se opongan a las decisiones soberanas de México.
De ahí que subrayó la importancia de que las autoridades mexicanas respeten las decisiones del país y no se vean influenciadas por intereses empresariales.
“Entiendo, son las presiones de los grandes agricultores que están vinculados a legisladores, tienen mucha influencia en Estados Unidos”, dijo.
¿Cuál es nuestra propuesta?, agregó y explicó que México busca crear un grupo de investigadores para conocer a ciencia cierta lo bueno y lo malo del maíz transgénico.
“No estamos violando el Tratado, porque se establece que cuando hay estas diferencias se puede acudir a los paneles. Es una muy buena oportunidad para revisar esto”.
“Si se trata de maíz transgénico y si causa daño o no a la salud. Nosotros sostenemos que sí, pero, bueno, vamos a formar un equipo conjunto”.
Entonces, se dijo satisfecho porque se abrirá el panel. Qué bien que están ahora impugnando un decreto nuestro para que no utilicemos ese maíz en el consumo humano. Porque esto nos va a permitir en este panel presentar pruebas y hacer propuestas”.
El presidente relacionó esta situación con prácticas similares en la industria bélica, donde los fabricantes de armas financian a legisladores para obtener leyes a su favor.
Sostuvo que esta actitud respecto al maíz modificado no es constructiva, y lamentó que las presiones de ciertos sectores estuvieran llevando a extremos como la impugnación de decisiones soberanas.
El presidente también hizo mención de las discrepancias científicas en torno al maíz genéticamente modificado. Mientras que los científicos estadounidenses aseguran que este tipo de maíz no causa daños a la salud humana, los investigadores mexicanos sostienen lo contrario.
El presidente aclaró que su propuesta no está en contra de los premios Nobel ni de la comunidad científica en general, sino que busca garantizar que las investigaciones no estén influenciadas por los intereses económicos.
Resaltó que, dado que Estados Unidos y Canadá están impugnando la decisión soberana de México, tiene todo el derecho de proponer que el tema sea evaluado científicamente.
En un momento en que las discusiones sobre la seguridad alimentaria y la influencia de las grandes corporaciones en las decisiones políticas cobran relevancia, la postura firme de México en relación con el maíz modificado resalta la importancia de priorizar el bienestar y la autonomía de la nación sobre las presiones externas.