El Gobierno Federal apuesta por la paz ante los recientes disturbios en Chilpancingo, Guerrero.

Así lo afirmó Rosa Icela Rodríguez, Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) en la conferencia de prensa del presidente López Obrador. 

Rodríguez Velázquez confirmó que las manifestaciones violentas en Chilpancingo, Guerrero, surgieron como consecuencia de la detención de dos personas vinculadas al grupo delincuencial.

Se trata de “Los Ardillos”, cuyos líderes se encontraron en posesión de cartuchos, cargadores y drogas, y también estaban implicadas en varios delitos en la región.

En Guerrero con apoyo del Gobierno Federal, iniciaron una investigación sobre los hechos ocurridos en la víspera y se ha instruido a no caer en provocaciones.

La funcionaria dijo que también se ha tenido conocimiento de que había personas obligadas a manifestarse.

Los Ardillos incitan violencia

Asimismo, reveló la identidad de los instigadores de las protestas. Se identificaron como Gilmar Jaír Sereno Chávez, de 39 años, quien previamente había organizado una manifestación exigiendo la liberación de una persona y la salida de las autoridades de Quechultenango. El otro es Guillermo Matías Marrón, de 39 años, dueño de una empresa constructora y con múltiples causas penales.

Como medida para buscar la liberación de los servidores públicos detenidos durante las protestas violentas del lunes, se acordó sostener reuniones entre el Gobierno estatal y las autoridades municipales y ejidales.

Apuesta por la paz

Ante las manifestaciones, las autoridades federales y estatales priorizaron el diálogo y evitaron en todo momento la confrontación.

El objetivo es prevenir una mayor violencia o caer en provocaciones, destacó la funcionaria pública federal.

La protesta protagonizada por transportistas y pobladores de distintos municipios del estado de Guerrero, la incitó el grupo delictivo Los Ardillos, dijo la titular de Seguridad federal.

En lugares como el poblado de Petaquillas, las personas prácticamente las obligaron a asistir, so pena de pagar multas que oscilaban entre los 500 y los 2 mil pesos.

La marcha se organizó la noche anterior en las comunidades y municipios del conocido circuito Río Azul, que se extiende desde Chilpancingo hasta Quechultenango, donde se instó a los habitantes a apoyar a “los amigos del pueblo”.