El presidente López Obrador es de buen diente. Así se dice de las personas que gustan del buen comer. Y este viernes al finalizar su conferencia de prensa hizo un recuento de platillos poco conocidos pero exquisitos de la gastronomía mexicana.
Por ejemplo, el pejelagarto, platillo típico de Tabasco, su tierra natal, saltó de las mesas humildes a las selecciones gourmet.
“Era una comida de pobres, pero al paso del tiempo se volvió muy famoso y se volvió muy famoso y ahora es un platillo exquisito, el pejelagarto asado”.
Andrés Manuel López Obrador
Y más allá de las delicias culinarias tabasqueñas, donde también destacó la gran variedad de tortugas que se guisaban “en sangre” o “en verde”, pero que afortunadamente su consumo se ha restringido para proteger la especie, mencionó una serie de pescados.
“En mi estado son los quelonios. Ya no se pueden comer porque hay que cuidar la naturaleza, pero era una tortuga pequeña, que se llama pochitoque, se comía. Hay otro que se llama mojina, esa no se comía porque decían que lloraba”.
“La jicotea y la tortuga de agua dulce (se comían) en sangre. Es platillo de antes, sobre todo de Semana Santa”, comentó.
Respecto a los pescados resaltó que “la mojara, pero la nativa, que es exquisita, extraordinaria, suculenta, se llama tenguayaca. Ya casi no hay”.
Explicó que este tipo de mojarra se consigue sólamente en la presa de Malpaso por el tipo de agua.
Y si se acude a un restaurante, recomendó preguntar qué tipo de pescado ofrecen, porque la especie predominante es la tilapia, proveniente de China, cultivada “como los pollos, con alimento que lleva hormonas”.
El Presidente López Obrador refirió platillos poco conocidos, pero exquisitos, como el Mole de Caderas, representativo de Puebla.
Pero, por lo pronto estando en Morelos, dijo, lo menos que deseaba desayunar era una cecina de Yecapixtla. Buen provecho.
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M21