Por Berna Valle @BernaValle1
Hoy nuestro presidente sacó el álbum del recuerdo, rememorando la paliza discursiva que le puso al “jefe” Diego hace 20 años.
No sin recordarle, que en ese tiempo el único jefe de jefes, su jefe del Diego, era el innombrable Salinas de Gortari. “No te hagas” le dice.
Las redes inmediatamente reaccionan diciendo que es un debate del pasado, que es un “viejo problema”. Pero, ¿Realmente el debate es del pasado?
Hace menos de un mes sufrimos extensos apagones eléctricos producto de las reformas neoliberales que reconfiguraron el sistema eléctrico nacional, dejándonos a expensas de empresas extranjeras.
Yo no vi en ningún momento al presidente de Iberdrola salir a disculparse por la falta de energía eléctrica. Mucho menos a esos políticos del PRIAN que entregaron nuestra soberanía energética al extranjero.
En cambio vi al Presidente y su equipo actuar rápidamente para solucionar el problema. Y no sólo eso, nuestro Presidente y el poder legislativo de la Cuarta transformación de México, en un enfoque sistémico, no sólo resolvieron el problema de suministro eléctrico, sino que además reformaron la ley para que esta situación no se vuelva a presentar.
¡Y sí! parece un discurso repetitivo pero nuestro Presidente todos los días resuelve un “viejo problema”.
En este tenor un día comunica a una región históricamente olvidada con un tren.
Otro día, construye una refinería para recuperar la soberanía energética.
Otro día le cobra impuestos a los que no pagan desde el salinato.
Otro día formaliza constitucionalmente los apoyos de bienestar a los más necesitados. Prioriza al México que fue olvidado hacia la voracidad del antiguo régimen.
Y así podría pasar todo el día recitando, todo lo que el presidente tiene que arreglar sobre ese “viejo problema”. El viejo régimen.
Lo cierto es que desafortunadamente no existe una oposición en México.
Al menos no una que tenga una propuesta de país. Son solo los mismos ladrones de siempre vociferando que les regresen los abusos a los que estaban acostumbrados.
El problema de la derecha es que no propone nada. Solo saben hacer campañas de odio, pero ni una sola propuesta, ni mucho menos un candidato medianamente moral.
De plano, la oposición simplemente no escucha ni a su militancia, revive a Calderón que es un indefendible. Revive a su robot Anaya que no sabe ni como comerse un taco.
Y ahora sacan de la cripta al señor Fernández de Ceballos, con ese discurso autoritario, paternalista, machista… bueno hasta parece que nos hacen un favor.
En este momento en que la derecha no pasa el 10% de preferencia electoral no es momento de regalarle los reflectores a los cartuchos quemados de la oposición.
Debemos trabajar el doble para reforzar nuestras estructuras territoriales. Hay que hablar con nuestros vecinos y verificar que los beneficios lleguen a todos los que lo necesitan. No hay que quitar el dedo del renglón en el combate a la corrupción.
Como ciudadanos, depende de nosotros que avance todo el gobierno, incluyendo las áreas operativas y de atención a las empresas y a los ciudadanos.
Si vemos algo irregular, es nuestro deber nacionalista denunciarlo por la instancia que corresponde.
Estamos viviendo una época histórica de reconstrucción nacional. Por ello, este 6 de junio, nos toca hacer un acto más por nuestra bella nación: voto masivo a Morena.
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M21